Para la mayoría de las mujeres, el embarazo representa una de las etapas más importantes de su vida y el cuidado de la salud durante la gestación es fundamental para lograr un bebé sano. La alimentación previa y durante el embarazo, así como la actividad física y los cuidado necesarios garantizarán un desenlace exitoso.
Los cambios fisiológicos a los que se somete el cuerpo humano durante la maternidad son muy diferentes en cada mujer, lo mismo que la intensidad y el tipo de trabajo que cada una desempeña. Los síntomas más comunes son los mareos, náuseas, vómito, cansancio, sueño, estreñimiento, hinchazón de pies y tobillos, dolores de espalda, hasta cambios de humor. De todos ellos, el más evidente y natural es el del peso adquirido debido al crecimiento del bebé dentro del cuerpo de la madre, el cual depende del peso de ella antes del embarazo.
De acuerdo con los especialistas, la recomendación de ganancia de peso total es de 12.24 kg cuando hay bajo peso; 10.15 kg cuando hay peso normal; 9.01 kg cuando existe sobrepeso y 6.95 kg cuando se padece obesidad, por tanto a mayor peso de la madre al inicio de la concepción, menor deberá de ser la ganancia de peso durante el embarazo, a fin de disminuir riesgos de enfermedades como la Diabetes Gestacional o favorecer la presencia de obesidad, una vez que el bebé haya nacido. Los incrementos en el consumo de energía varían entre 200 a 350 kcal adicionales, a partir del segundo trimestre del embarazo. No se trata de comer por dos, como se acostumbra decir, pues este incremento dependerá de las características y el estado de salud de la madre, valorado por los especialistas.
Recientes investigaciones demostraron que la realización de ejercicio aeróbico, como el baile (bajo supervisión especializada) por 60 minutos dos veces a la semana, además de 30 minutos de actividad física moderada el resto de los días de la semana durante el 2do y 3er trimestre, promovió un peso saludable (entre 2500g y 4000g) en los recién nacidos, además se comprobó que la realización de actividad física de manera regular durante la gestación reduce la intensidad del dolor en la espalda baja (lumbalgia) común. El ejercicio excesivo, combinado con una ingesta energética inadecuada, provoca un aumento de peso subóptimo en la madre y un crecimiento fetal insuficiente; por tanto, una mujer embarazada deberá comentar con su médico si realiza o no ejercicio.
La mujer embarazada debe tomar responsabilidad total de su alimentación no sólo en cantidad sino también en calidad, ya que existe un incremento particular de las necesidades de nutrimentos como son el ácido fólico, el hierro, el sodio, el calcio y la vitamina D; algunos alimentos ricos en estos nutrimentos son: las carnes rojas, el huevo, leguminosas como: fríjol, lentejas o habas, espinacas, acelgas, verdolagas, brócoli, quelites berros, charales, sardina, lácteos y tortillas de maíz, frutas cítricas (para incrementar la absorción de hierro) y en el caso de la vitamina D, se recomienda exposición al sol de 5 a 10 minutos, 2 o 3 veces por semana, antes de las 12 del día y después de las 3 pm.
En cuanto al consumo de grasas, un aporte adecuado de ácidos grasos poliinsaturados, como los son los omega 3, tienen importantes funciones reguladoras y metabólicas para el organismo de la madre, pero además garantizan un aporte energético de mejor calidad para el producto. Dentro de los alimentos ricos en ácidos grasos insaturados encontramos los pescados, por lo que es aconsejable que la mujer embarazada los consuma de 1 a 2 veces por semana, en caso de alergia, se puede suplementar con Omega 3.
El consumo de agua debe ser de 1,5 a 2,3 L/día dependiendo del tamaño corporal de la mujer y de las condiciones climáticas
Mujer en estado gestacional, recuerda que tanto los alimentos saludables como los que no lo son, pueden ser pasados a nuestro bebé por medio de la placenta, así que si consumes sustancias como medicamentos, alcohol o drogas, se compromete el estado de salud del bebé, lo que puede repercutir en alteraciones, enfermedades o deformidades en el feto. Evita alimentos como la cafeína presente en chocolates, café, té, cacao y refrescos de cola, pues son estimulantes del sistema nervioso y pueden ocasionar irritabilidad, nerviosismo, insomnio o niños de bajo peso al nacer. Amemos y cuidemos a nuestros bebés.