Los problemas que origina el abuso de cesáreas realizadas en el país no sólo afecta a las mujeres que se lo realizan, sino también a la práctica profesional de los médicos obstetras, quienes por esa causa dejan de hacer pasos esenciales para la ejecución de un alumbramiento sano.
Esto en el terreno médico también ha provocado desinformación y mitos entre las mujeres, como el creer que el fórceps es un instrumento peligroso cuando se utiliza en un parto y por lo que se lleva a la decisión de hacerse una cesárea, pero también ha llevado al obstetra a no practicar su uso y olvidar al fórceps como una herramienta útil, eficaz y segura.
“El fórceps lo empleamos cuando el bebé ya ha descendido y por cansancio materno la mujer ya no empuja, entonces tenemos que hacer más corto este periodo de que nazca el bebé y sólo lo aplicamos cuando está casi por salir”, explica el Dr. Sergio Rosales Ortiz, ginecobstetra de la UMAE Ginecobstetricia 4 del IMSS.
“El hecho de perder la capacidad de tener un instrumento tan eficaz como el fórceps en los partos, que antes se ocupaba con mucha frecuencia, ocasionó que hoy en día algunos obstetras no sepan emplearlo, porque además se hizo un mito de él y ahora la mujer cuando escucha la palabra fórceps incluso se horroriza”.
Su uso, dice, no es más riesgoso que el empleo de un bisturí o que la aplicación de una inyección, “pero sabemos que si vamos a usar el fórceps en una mujer que ya está cansada del trabajo de parto, nada más lo voy ayudar en la parte final del parto, el expulsivo.
“Pero el fórceps se utiliza en menos del 1% de los partos en el país, hay hospitales donde ya ni existe el fórceps, y es algo que debemos retomar en obstetricia. El uso de otras tecnologías como el Doppler, que es más nuevo en el que vemos si la placenta funciona bien o no, pero su desconocimiento reduce la capacidad del obstetra, nos vamos por lo fácil, por la cesárea”.
Las nuevas tecnologías dirigidas en el plano fetal, se desarrollan para prevenir o calcular riesgos, como la interpretación de gráficos de ultrasonido del vientre, que en el plano médico funciona para tomar decisiones de parto. “Si tiene tanto de líquido amniótico mi riesgo de que el bebé tenga una complicación es bajito, pero si disminuye tanto el líquido amniótico mi riesgo es mayor.
“Yo empezaba a hacer mis pasos en base a riesgos: si tengo más riesgos de que se me complique el bebé mejor la opero, si tengo el riesgo de que tenga una circular de cordón, por ejemplo, y me incrementa el riesgo de que pueda disminuir el flujo de oxigeno al feto, mejor la opero, pero todo eso cambió cuando por negocio del médico o los miedos que los mitos causaron en la mujer, se opta por la cesárea”.
Hay que dejar en claro, dice el también maestro e investigador en obstetricia, “que con la cesárea dejamos más riesgos para la posteridad en la paciente, y esa es una parte que luego no decimos los médicos, y eso ha provocado más demandas judiciales.
“Y como la gente no sabe qué pasó en realidad, determina que la culpa es del obstetra, y entonces lo demandan. La obstetricia es de las ramas médicas más demandadas en la Conamed, pero ¿y por qué demandan? Porque cuando tenemos un resultado no deseado y sobre todo con un bebé, con un embarazo, viene la parte del dolor y el paciente exige resultados que se van en contra del médico, y eso sucede por abusar de la aplicación de cesáreas”.