La hemorragia obstétrica se ha convertido en un grave problema de salud pública en el país, como consecuencia de las complicaciones que trae consigo el abuso de cesáreas, a pesar de que la mayoría de los nacimientos deberían de generarse a través de partos naturales.
La mujer ignora que la cesárea como el legrado, son causantes de heridas quirúrgicas que dejan cicatriz en el útero, donde se aloja el feto, el cual después de tres cesáreas tiene siete veces más riesgos de sufrir hemorragia obstétrica, la principal causa de muerte de mujeres en edad reproductiva en países como México.
El Dr. Sergio Rosales Ortiz, investigador y jefe de enseñanza en ginecobstetricia de la Clínica Ginecobstetricia 4 “Luis Castelazo Ayala” del IMSS, aseguró que el abuso de cesáreas innecesarias no sólo ha afectado a la salud de la mujer, sino también la capacidad de médicos obstetras para actualizarse y resolver problemas de la especialidad.
De las cicatrices que las cesáreas dejan en el útero, su recurrencia provoca “que el útero no se pueda contraer bien, que la placenta se adhiera al sitio de las cicatrices porque se pierde la capa natural de protección, y como no se puede despegar, se tiene que quitar la placenta; pero en lo que se establece el diagnóstico, porque se hace al momento, antes de que nazca el bebé, pues va haber hemorragia.
“El útero es un músculo que se distiende cuando viene el embarazo, con la cicatriz pierde capacidad de elasticidad porque es una zona rígida. En algunos casos cuando empezamos a tratar de extender el útero por el crecimiento o por las contracciones, lo sometemos a presión, esa zona se rompe y la placenta se adhiere, entonces viene la hemorragia”.
El abuso de hacer cesáreas es tan elevado que en algunos hospitales privados llega al 80%, en tanto que en las instituciones públicas ocupa al 35% de los nacimientos.
Como obstetras, “nosotros tenemos que generar una nueva educación en toda la sociedad, de que la vía vaginal es la vía de nacimiento para la que estamos hechos, así nos diseñó la naturaleza.
“La cesárea es la opción para cuando esto se complica, porque cuando el feto tenga a la mamá en riesgo de muerte o secuelas médicas importantes, pues qué bueno que se inventó la cesárea para que este feto que trae una malformación que no lo deja nacer por la vía del parto o la mamá tiene un tumor en el útero que no le permite que baje el bebé, pues que no se vayan a morir, los vamos a salvar y que bueno que se inventó la cesárea”.
También a la mujer se le debe decir que entre los riesgos de una cesárea, destaca el hecho de que se trata de una operación quirúrgica, y como tal se corren todos los riesgos de la intervención en un quirófano.
En las clínicas privadas es tan elevada su práctica porque las cirugías implican un incremento en el costo de los insumos, además de todo el equipo médico que se dispone y en lugar de llevar un trabajo de parto de ocho, 12 o 16 horas, “el quirófano se utiliza por dos horas y el médico y la clínica van a hacer más negocios si no se ocupan tantas horas con una sola paciente”.
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