Las mujeres rurales son uno de los grupos más importantes en el desarrollo de nuestro planeta, en ellas recae la herencia cultural y conocimientos ancestrales para desarrollo de las comunidades con el objetivo de alcanzar la seguridad alimentaria y nutricional, generar ingresos y mejorar los medios de subsistencia y bienestar general en el medio rural; por ello, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el día 15 de octubre como el Día Internacional de las Mujeres Rurales.
Datos de diversas agencias de Naciones Unidas muestran que las mujeres son el actor clave de la supervivencia de las comunidades rurales; por ejemplo, ellas son las encargadas de proveer de agua y leña a sus hogares, asimismo, son quienes se dedican al cultivo de los alimentos necesarios en sus propios hogares.
A pesar de su gran importancia, la educación y salud sexual y reproductiva de este grupo vulnerable mantiene un estado profundamente descuidado en nuestro país, lo cual se refleja con el posicionamiento de Chiapas y Guerrero como dos de los estados con mayor tasa de embarazos en niñas menores de 15 años.
En las zonas rurales muchos son los rezagos que todavía se encuentran en materia de educación sexual y reproductiva, lo cual incrementa el posicionamiento de mitos sociales respecto al uso de los anticonceptivos y planificación familiar; asimismo, poca información llega a las mujeres rurales sobre los cuidados en la prevención de infecciones vaginales y acerca de los cambios que suceden a partir del Síndrome Menopaúsico.
Teniendo en cuenta lo anterior, las acciones en políticas de salud sexual y reproductiva para las mujeres en zonas rurales en las diferentes entidades federativas cobran vital importancia en el desarrollo adecuado de las comunidades. Además, la adecuada educación en materia de métodos anticonceptivos ayuda a disminuir el riesgo de repetir el ciclo de pobreza que enfrentan las familias en zonas rurales mediante una mejor planificación familiar.
Empresas dedicadas a la salud son claves en este proceso, un ejemplo de ello es Aspen Labs, laboratorio de origen sudafricano que, en México, cuenta con un amplio portafolio en Salud Femenina ofreciendo tratamientos de primera línea como Ovestin, para mitigar los síntomas del Síndrome Menopáusico; Novial, un anticonceptivo con una ventana de seguridad de 12 horas por píldora olvidada; y Metrigen, un efectivo regulador del ciclo menstrual.
Con la oferta de productos de alta calidad para la salud sexual y reproductiva, junto con políticas públicas que ayuden a mejorar los servicios e infraestructura de educación y salud de las mujeres rurales, se podría comenzar con un ciclo positivo para alejar la situación de pobreza extrema de muchas comunidades rurales.
Otro de los obstáculos que se enfrentan las mujeres rurales en México es la alta marginación de sus comunidades, por lo que no reciben los servicios de salud necesarios, en su mayoría deben caminar varios kilómetros por orientación y atención médica, la cual, muchas veces se les niega, como los casos de partos a las afueras de los hospitales de Oaxaca.
Por todo lo anterior, debemos ser conscientes sobre el gran trabajo que se requiere en nuestro país en materia de salud para las mujeres rurales y no ignorar a un grupo tan importante para el desarrollo.