Mediante cursos de educación para la reproducción, en el Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes”, se previenen señales de urgencia médica durante el embarazo, informó el doctor Francisco Cabral Castañeda, médico adscrito al Servicio de Ginecología y Obstetricia del INPer.
Estas acciones forman parte de las estrategias integrales puestas en funcionamiento para la institución, las cuales permitieron que durante el 2015 no se registrara ninguna muerte materna directa.Cabral Castañeda indicó que este curso forma parte del control prenatal y es impartido por el personal médico, que permite a las pacientes identificar cualquier anomalía en el embarazo.
Durante las primeras 20 semanas de gestación, las contracciones, dolor abdominal, fiebre o hemorragia, son señales de alerta para acudir de inmediato al servicio de urgencias.
Estos síntomas pueden ser provocados por el síndrome de aborto o los embarazos molar o utópico, principales patologías que afectan durante el primer periodo.
En la segunda mitad de la gestación, entre los problemas más frecuentes se encuentran:
- la preeclampsia,
- la amenaza de parto prematuro,
- la placenta de inserción baja
- y el desprendimiento de placenta normoinserta.
Explicó que éste último es una patología que puede ser causada por aumento de la presión arterial, algún golpe, ruptura de las membranas y presencia excesiva de líquido, lo que provoca el desprendimiento de la placenta y que el bebé sea prematuro.
La preeclampsia, abundó, también favorece el desprendimiento de la placenta, por lo que resulta importante el control prenatal para la detección temprana.
“Es mejor que la paciente exagere en ir a una consulta de urgencias, porque muchas veces llegan con una labor de parto muy avanzado”.
También deben acudir a urgencias las mujeres embarazadas que presentan:
- cefalea,
- fiebre,
- zumbidos de oídos,
- ven luces,
- tienen presión alta,
- el bebé deja de moverse,
- infección en vías urinarias,
- dificultad para orinar o lo hacen con mayor frecuencia o con sangre.
Advirtió que cuando estos padecimientos no son tratados medicamente pueden desencadenar un parto prematuro.
Otra señal, agregó, es la presencia de contracciones uterinas. En estos casos, la paciente debe acudir de inmediato y no esperar a que se le pase la molestia.