Entre un 10 y 15% de la población padece “depresión navideña” de acuerdo a la Clínica de Trastornos del Afecto del Instituto Nacional de Psiquiatría.

La época navideña es una de las más esperadas por miles de personas, pues es asociada con el amor, felicidad y alegría que se vive por finalizar un año más. Sin embargo, al mismo tiempo, es muy común entrar en un periodo en el que se evalúan los éxitos y fracasos logrados en los meses transcurridos, trayendo con ellos una serie de problemas que afectan, entre otras cosas, el desempeño sexual.

Al tener esta valoración personal y percatarse de que algunas metas no se alcanzaron, el cuerpo comienza a pasar por un estado de depresión temporal. Esta condición llega a agravarse por asociar las fallas con las malas experiencias con familiares, amistades, trabajo y por último, el dinero: el cual por la época y el derroche de fondos económicos, llega a exponer a una persona a un alto grado de estrés, provocando el inicio de una baja autoestima.

Hoy en día entre un 10 y 15% de la población en México padece este tipo de depresión, presentando síntomas como tristeza, llanto, enojo, soledad, estrés entre otros, y teniendo como primer pensamiento “no ser dignos” de buenas virtudes, provocando que el mal estado de ánimo sea mayor.

Estos sentimientos, mejor conocidos como “depresión navideña”, además de provocar problemas de humor, afecta también el desempeño sexual, pues en el caso de los hombres, al ser más complicado externar sus sentimientos, no se hacen presentes los síntomas hasta enfrentarse a algo físico, tal como la erección.

En este tipo de situaciones, la pérdida de apetito sexual se da por la disminución en los niveles de testosterona en el cuerpo, la cual es responsable entre otras cosas de la producción de espermatozoides, excitación sexual y erecciones. En caso de enfrentarse a un cuadro de depresión grave, los problemas de erección se llegan a presentar en un 90%; y si es un caso moderado, un 54% de los hombres lo llega a padecer.

“Este tipo de depresión tiene una duración muy variable, puede mantenerse desde unos días, hasta toda la época invernal. A pesar de ser pasajera, los síntomas que provoca pueden llegar a afectar fuertemente la vida en pareja si no se habla al respecto y se trata a tiempo y con un especialista, pues puede convertirse en un padecimiento psicológico que afectaría en mayor medida la vida sexual y no solo de manera temporal”, comentó Teresa Flores, Sexóloga y Directora de Comunicación de Boston Medical Group.

La falta de apetito sexual es provocada por la evasión para tener interacción con otras personas, la fatiga y el deseo de estar solo; es por esto que especialistas en psicología recomiendan para nivelar el estado emocional tratar de estar acompañado de familiares o amigos, realizar actividad física y de entretenimiento, y moderar la ingesta de bebidas alcohólicas, que empeorarían la condición en la que la persona se encuentre. Algo importante que se debe tener en cuenta es que el deseo llama al deseo, así que, aunque no se tenga apetito sexual, es conveniente hacer el esfuerzo por tener acercamientos con la pareja.

En caso de experimentar una depresión muy severa lo más recomendable es buscar ayuda psicológica para tener un tratamiento personalizado.