Las fiestas decembrinas como la Navidad y Año Nuevo son momentos íntimos en los que, para la gran mayoría, se celebra la unión familiar y la abundancia. Sin embargo, el alcohol es uno de los invitados principales a las fiestas, por lo que su consumo responsable debe ser parte de la celebración.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en promedio, en el continente americano se consume 40% más de alcohol que en el resto del mundo. En el año 2000 el consumo de alcohol fue el factor de riesgo más importante para la población de países de habla hispana.
Alcohol en exceso, un riesgo para la salud
El alcohol es un factor de riesgo para más de 200 padecimientos de salud. La mayoría de las muertes relacionadas al consumo excesivo del alcohol se deben al desarrollo de más de 60 enfermedades. Entre ellas se incluye el cáncer, enfermedades cardiovasculares, problemas del hígado, así como traumatismos.
En el 2023, en México el consumo excesivo del alcohol en adultos mayores de 19 años fue de 39.8% en hombres y 19.3% en mujeres. El mayor consumo es en la población de 20 a 29 años, siendo 56% hombres y 44% en mujeres. Además, la ENSANUT de 2021 reportó que 1 de cada 5 adolescentes consume alcohol. Esto equivale a más de 4.6 millones de adolescentes entre 10 y 19 años.
Fiestas decembrinas y la depresión
Las celebraciones de las fiestas de fin de año no sólo llegan con bendiciones y buenos momentos. La depresión estacional puede hacer presencia en cualquier momento del otoño o invierno, sobre todo, cuando hace frío y hay menos luz.
Sentimientos como tristeza, desesperanza, poca energía, problemas de sueño, deseos de comer mucho dulce, así como pensamientos de muerte o suicidio son los principales síntomas. Si bien no son claras las causas de este padecimiento, Investigaciones han encontrado que el ambiente puede provocar un desequilibrio en la producción de serotonina, sustancia química encargada de controlar el estado de ánimo, así como una producción excesiva de melatonina, una hormona que regula el sueño.
Sumado a ello, el consumo de alcohol en exceso en momentos vulnerables puede ser un factor de riesgo muy importante para quién lo consume y para quienes lo rodean.
Por esta razón es importante que, al aparecer cualquier síntoma de depresión o tristeza profunda que dure más de dos semanas, es importante acudir a tu médico y evitar el consumo de alcohol.