¿Cuántas veces hemos buscado algún remedio que nos ayude a liberarnos del estrés y las molestias físicas de las presiones diarias? Durante muchos años los remedios caseros han buscado aliviar las molestias que se presentan por exceso de trabajo o cansancio. Es por eso que, en esta ocasión, queremos hablarte de los adaptógenos, un grupo único de ingredientes herbales que busca ayudar a mejorar tu rendimiento físico y mental.
La Segunda Guerra Mundial
La investigación científica moderna sobre los adaptógenos comienza con la Segunda Guerra Mundial. El objetivo principal era incrementar la resistencia y el rendimiento de los soldados, pilotos, marineros y civiles que participaban en las acciones.
El término adaptógeno lo acuñó el científico Nikolai Lazarev para referirse a sustancias naturales que ayudan al cuerpo a aumentar la resistencia a situaciones adversas.
Uno de los casos más emblemáticos lo encontramos en los primeros estudios sobre los efectos estimulantes y tónicos de la planta schisandra (Schisandra chinesis). Fue tan relevante que se publicó en revistas militares de la Segunda Guerra Mundial.
Dicho estudio determinó que las bayas y semillas de esta planta fueron utilizadas por los cazadores Nanai (un pueblo nativo de Siberia) como tónico para reducir la sed, el hambre y el agotamiento. Además, aseguran que ayudaba a mejorar la visión nocturna.
Nacen los adaptógenos
A partir de los años 60 el estudio de los adaptógenos se convirtió en un campo de investigación biomédica en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, (URSS), ahora Rusia. Los cientos de estudios publicados sentaron las bases para su desarrollo y consumo en los siguientes años.
En la actualidad, adaptógeno es un término que se utiliza para referirse a alimentos y suplementos que ayudan al cuerpo a lidiar con el estrés. En ese sentido, las hierbas, raíces u otras partes de plantas que se consumen te devuelven a un estado de equilibrio (homeostasis).
Cabe destacar que la homeostasis es un término que e refiere a un estado de equilibrio que se mantiene en el cuerpo para que sus sistemas funcionen correctamente. Por lo tanto, el consumo de adaptógenos puede ser un apoyo para las personas que sufren depresión y ansiedad.
Sobre el sistema nervioso central
Estudios recientes han demostrado que los adaptógenos presetan una actividad neuroprotectora, antifatiga, antidepresiva, ansiolítica y estimulante del sistema nervioso central. Esto hace que se produzca un efecto antifatiga que aumenta la capacidad de trabajo, principalmente en situaciones de estrés y fatiga mental.
La clave de los beneficios en su consumo es que, a través de varios mecanismos de acción vinculados con el eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, existe una mejora considerable en la regulación de mediadores del estrés, la resistencia y el agotamiento.
“Los adaptógenos pueden aliviar el estrés devolviendo el equilibrio a las áreas del cuerpo que están desequilibradas; por ejemplo, cuando la hormona del estrés, (cortisol) está demasiado alta o demasiado baja, te sentirás estresado o cansado”, explica Will Cole, experto en medicina funcional residente en Pensilvania.
Para ser claros, los adaptógenos en realidad no reducen ni bloquean el estrés, si no que aumentan la resistencia de una persona al estrés, ya sea físico o psicológico.
Adaptógenos más estudiados
Ashwagandha o Withania somnífera
Altamente usada en la medicina aryuvédica, esta planta tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antiestrés y rejuvenecedoras. Te ayudará a dormir mejor pues su uso regular equilibra los niveles de cortisol, lo que reduce la respuesta al estrés, mejora la energía y reduce la fatiga.
Ginseng asiático
El ginseng asiático (Panax ginseng) es utilizado desde hace miles de años. Actualmente es recomendado para aumentar la energía, mejorar el rendimiento mental, aliviar el estrés y la ansiedad. Estudios con ratones demostró efectos antidepresivos, mientras que una investigación con ratas sugiere que este adaptógeno puede ser especialmente útil para reducir el estrés crónico.
Rhodiola rosea
Esta hierba, utilizada en la medicina de Europa del Este y Asia ayuda a mejorar la capacidad mental y aumenta la resistencia a los factores estresantes del entorno. Ayuda a normalizar los niveles de cortisol y ayuda a contrarrestar el agotamiento.
A pesar de eso, hay que tomar en cuenta que su consumo en exceso puede provocar ansiedad.
Tulsi o “albahca santa”
Una extensa revisión de 24 estudios descubrió que el tulsi tiene efectos terapéuticos sobre el estrés psicológico así como la neurocognición y los trastornos metabólicos. Por su parte, un estudio publicado en 2022 en Frontiers in Nutrition descubrió que los adultos que tomaron 125mg de albahca santa dos veces al día, durante ocho semanas, percibieron menos estrés y durmieron mejor que los que tomaron un placebo.
La mejor forma de tomar adaptógenos
Estos adaptógenos que además aportan alcaloides, terpenoides, flavonoides, etc., se pueden introducir a través de la dieta. De esta manera, la forma más sencilla puede ser condimentando comidas, sin embargo cabe destacar que el efecto será mucho menor.
Si buscas mayor concentración, es necesario que emplees suplementos en forma de extractos (cápsulas o líquidos) o en polvo como preparados para batidos, smoothies, etc.
Finalmente, queremos recordarte que, antes de tomar cualquier suplemento, consultes a tu médico de confianza para evitar complicaciones o ponerte en riesgo. Ya sean procesados o de forma natural el exceso en el consumo de estos suplementos puede ocasionar serios problemas de salud [.]