Un porcentaje extraordinario de personas infectadas por el virus detrás de la actual pandemia de la enfermedad COVID-19 nunca muestran síntomas de la enfermedad, se informa en los resultados de un análisis realizado por Scripps Research de 16 conjuntos de datos públicos sobre infecciones asintomáticas.
Los hallazgos, descritos en el artículo «Prevalence of Asymptomatic SARS-CoV-2 Infection» [1] (Prevalencia de infecciones asintomáticas de SARS-CoV-«) que ha sido publicado en Annals of Internal Medicine, sugieren que las infecciones asintomáticas pueden representar hasta el 45% de todos los casos de COVID-19, desempeñando un papel importante en la propagación temprana y continua de COVID-19. El informe destaca la necesidad de pruebas expansivas y rastreo de contactos para mitigar la pandemia.
«La propagación silenciosa del virus hace que sea aún más difícil de controlar«, afirma Eric Topol, MD, fundador y director del Scripps Research Translational Institute (Instituto de Traducción Scripps Research) y profesor de Medicina Molecular en Scripps Research. «Nuestra revisión realmente resalta la importancia de las pruebas. Está claro que con una tasa asintomática tan alta, necesitamos lanzar una red muy amplia, de lo contrario el virus continuará evadiéndonos«.
Junto con el científico conductual Daniel Oran, Topol recopiló información de estudios de prueba en 16 cohortes diversas de todo el mundo. Estos conjuntos de datos, recopilados a través de búsquedas de palabras clave en:
- PubMed
- bioRxiv
- medRxiv
- búsquedas en Google de informes de noticias relevantes
Se incluyeron datos sobre residentes de hogares de adultos mayores, pasajeros de cruceros, reclusos y varios otros grupos.
«Lo que prácticamente todos tenían en común era que una proporción muy grande de personas infectadas no tenían síntomas«, explica Oran. «Entre más de 3 mil reclusos en 4 estados que dieron positivo para el coronavirus, la cifra fue astronómica: 96% asintomática«.
La revisión sugiere además que las personas asintomáticas pueden transmitir el virus durante un período prolongado de tiempo, quizás más de 14 días. Las cargas virales son muy similares en personas con o sin síntomas, pero no está claro si su infecciosidad es de la misma magnitud. Para resolver ese problema, necesitaremos estudios a gran escala que incluyan un número suficiente de personas asintomáticas.
Los autores también concluyen que la ausencia de síntomas puede no implicar una ausencia de daño. Las tomografías computarizadas realizadas en el 54% de 76 personas asintomáticas en el crucero Diamond Princess, parecen mostrar anomalías pulmonares subclínicas significativas que aumentan la posibilidad de que la infección por SARS-CoV-2 afecte la función pulmonar que podría no ser inmediatamente aparente Los científicos dicen que se necesita más investigación para confirmar la importancia potencial de este hallazgo.
Los autores también reconocen que la falta de datos longitudinales dificulta la distinción entre individuos asintomáticos y presintomáticos. Una persona asintomática es alguien que está infectado con SARS-CoV-2, pero nunca desarrolla síntomas de COVID-19, mientras que una persona presintomática está infectada de manera similar, pero eventualmente desarrollará síntomas. Las pruebas longitudinales, que se refieren a pruebas repetidas de individuos a lo largo del tiempo, ayudarían a diferenciar entre las dos.
«Nuestra estimación del 40 al 45% asintomático significa que, si tiene la mala suerte de infectarse, la probabilidad es casi un volado de una moneda sobre si va a tener síntomas. Por lo tanto, para proteger a los demás, creemos que usar una máscara tiene mucho sentido«, concluye Oran[.]