Este 5 de julio del 2014, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) reconoce los esfuerzos en la Ciudad de México por impulsar la agricultura urbana y periurbana, en sintonía con el trabajo que realiza el organismo internacional para combatir el subdesarrollo, la desigualdad y la insostenibilidad.
[/media-credit] La FAO también reconoció la sinergia desarrollada por la Sederec, quien en cercanía con los pueblos originarios de las capital del país busca preservar las técnicas de cultivo ancestrales -como el uso de chinampas- e integrarles innovaciones sustentables como la captación de agua pluvial, uso de composta como abono natural y cultivos concomitantes en espacios reducidos.
En 2013, la Sederec suscribió un acuerdo de colaboración para ayudar a desarrollar la agricultura urbana en el Distrito Federal con el Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical “Alejandro de Humboldt” (INIFAT), del Ministerio de la Agricultura de la República de Cuba, país que cuenta con el reconocimiento de la primera Ciudad Verde y Sustentable, por los esfuerzos de realizados en la materia en su capital, La Habana.
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De acuerdo con datos de la FAO, la Población Económicamente Activa ocupada en labores agropecuarias en la Ciudad de México asciende a unas 16 mil personas, que trabajan en más de 11 mil unidades de producción familiar. En este contexto, aproximadamente 23 mil hectáreas producen maíz, frutas, hortalizas; especies nativas como nopal, amaranto, hierbas aromáticas y plantas ornamentales; espacio también ocupado en la cría de conejos, gallinas, borregos, chivos y becerros.
Al poner en marcha el programa “El Campo en Casa” Agricultura Familiar, Periurbana y de Traspatio, el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa, precisó que el 60% del territorio que ocupa el Distrito Federal es suelo de conservación, lo que representa un espacio propicio para la producción agrícola y ganadera sustentable, actividades estrechamente ligadas con la política de seguridad alimentaria que promueve su administración.
“Acabamos de tener una inversión de 23 millones en Xochimilco, para la recuperación de la zona chinampera, para que ya no se inunde; para que tenga producción sostenida, además el martes se aprobaron otros 20 millones para los proyectos del campo en esta ciudad, que vamos a estar ejerciendo en los próximos días, ya con las ventanillas«, recordó
Lo anterior fue considerado por la FAO como un importante indicador para clasificar a la Ciudad de México como una Ciudad Verde y Sustentable, pues evita una mayor degradación de las zonas protegidas, al tiempo que le brinda la oportunidad de producir alimentos saludables y representa un ahorro en las compras de mismos a familias en situación vulnerable, para las cuales adquirir estos productos representaba una inversión de una quinta parte del ingreso económico a sus hogares.
Por su parte, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) estableció el primer sistema de certificación orgánica de México, conocido como Sello Verde, y ha determinado las normas que rigen la práctica de la agricultura ecológica en el suelo de conservación. También las verduras, hortalizas y plantas de ornato que intercambian los capitalinos por residuos sólidos reciclables en el Mercado del Trueque son cultivadas en la Ciudad de México.
En ese sentido, el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Enrique Martínez y Martínez, indicó que estas acciones permiten demostrar que se pueden tener resultados en pequeños lugares, que los proyectos pecuarios adecuados y la asesoría necesaria: 12 gallinas pueden ser el sustento de una familia, estar en un espacio de 1.5 metros por 1.5 metros, y además contribuir con un ingreso adicional si se comercializa el excedente de la producción.
Para brindar certeza jurídica a estas acciones, el Gobierno de la Ciudad de México desarrolló instrumentos jurídicos que respaldan actualmente la agricultura periurbana y suburbana: el Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal, que define la superficie de suelo de conservación; y la Ley Ambiental del DF, que promueve los sistemas de agricultura orgánica y prohíbe el uso de agroquímicos y de fertilizantes sintéticos en la zona protegida.
