En la temporada invernal las personas están más propensas a contraer una enfermedad respiratoria, debido a las bajas temperaturas. Es habitual restar importancia a este hecho, a causa de los factores climatológicos y a las fechas festivas. Sin embargo, quienes viven con diabetes pueden enfrentarse a complicaciones más serias, por lo que es necesario que refuercen sus cuidados.
La hiperglucemia puede debilitar el sistema inmunológico
El Dr. Mike Vivas, Director Médico de Novo Nordisk México, explicó que el Virus Sincitial Respiratorio generalmente causa síntomas similares a los de un resfriado. Entre ellos está la congestión nasal, tos, estornudos, fiebre y dolor de cabeza y garganta. La mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas. Sin embargo, la hiperglucemia, que se manifiesta en niveles altos de azúcar en la sangre, puede debilitar el sistema inmunológico. Esto provoca que las personas que viven con diabetes desarrollen infecciones con malestares más graves.
“Por otro lado, la enfermedad infecciosa COVID-19 provoca en las personas afectadas síntomas respiratorios que en la mayoría de los casos son leves a moderados. A pesar de eso, existen grupos de población que enfrentan complicaciones más serias. Aquellos que viven con enfermedades cardiovasculares, adultos mayores, así como las personas que viven con diabetes y/u obesidad”, informó el Dr. Vivas.
Niveles altos de azúcar propician mayor prevalencia de enfermedad
Los niveles altos de azúcar en la sangre provocan que las células del sistema inmunitario pierdan eficacia al momento de combatir los virus. Esto propicia una mayor prevalencia de la enfermedad.
En este sentido, COVID-19 sigue siendo una emergencia sanitaria mundial, con más de 750 millones de casos confirmados y 7 millones de muertes causadas por el virus. Las personas que viven con diabetes pueden ser más vulnerables a los efectos graves de esta infección.
Un sistema inmunológico debilitado y un virus que prospera en entornos de glucosa elevada en sangre son dos razones de esta vulnerabilidad. Estudios han demostrado que el bajo control de los niveles de glucosa en personas que viven con diabetes y que estén afectadas por COVID-19, puede dar lugar a un 40% más de riesgo de hospitalización y un riesgo dos o tres veces mayor de enfermedad grave.
“En esta temporada invernal, las personas con diabetes deben prestar especial atención al control de su glucosa. Esto será esencial para prevenir las complicaciones de una infección respiratoria. Si presentan síntomas de gripe es importante que consulten a un profesional de la salud de inmediato. Asimismo es importante mantenerse bien hidratados, ya que cualquier infección aumenta los niveles de glucosa y la necesidad de líquidos, y dormir en horarios regulares”, puntualizó el director Médico de Novo Nordisk México.
Hábitos para quienes viven con diabetes
El contagio de una enfermedad respiratoria en muchas ocasiones es inevitable, sin embargo, poniendo en marcha una serie de hábitos, las personas que viven con diabetes podrán disfrutar de esta temporada invernal sin temor.
Mantener controlados los niveles de azúcar en la sangre
Antes de una comida, los niveles óptimos de azúcar en la sangre deberían oscilar entre los 80 a 130 mg/dL. Por otro lado, 2 horas después de haber iniciado la ingesta de alimentos, la medición no debe superar los 180 mg/dL, mientras que una medición inferior a 70 mg/dL significa que los niveles de azúcar son bajos. Saltarse una comida, hacer más actividad física que la que habitualmente se practica, así como la toma de otros medicamentos para la diabetes son algunas causas que provocan niveles bajos de azúcar en la sangre.
Realizar actividad física con regularidad
Además de los beneficios que ya conocemos como la reducción o el control de peso, o la mejora de la presión arterial, hacer actividad física con regularidad también puede ayudar a conciliar el sueño de una manera más fácil, así como tener repercusiones positivas en el estado de ánimo. Lo mejor es iniciar poco a poco, la meta es hacer 30 minutos de ejercicio, durante 5 días a la semana. Antes y después de realizar la actividad física, los niveles de azúcar deben ser monitoreados; sin embargo, es normal que después del ejercicio la medición dé como resultado un valor más bajo.
Vigilar las porciones de alimentos:
Aunque esto parece sencillo, es más complicado cuando se come en restaurantes, ya que en estos establecimientos las porciones para una persona son 3 o 4 veces más grandes de las que se servían hace unos años. Sin embargo, el plato del buen comer nos puede ayudar a medir con facilidad las porciones de los alimentos; este método consiste en servir en la mitad del plato ensaladas y vegetales libres de carbohidratos, servir en otro cuarto del plato una proteína sin grasa y finalmente servir el cuarto restante del plato con carbohidratos.
Apego al tratamiento
Atender el tratamiento al pie de la letra es el pilar fundamental para mantener los niveles de azúcar en la sangre en el rango saludable. En este sentido, es importante seguir las indicaciones del médico.
“Es importante que las personas que viven con un diagnóstico de diabetes afronten su condición con empoderamiento, es decir, sin miedo y con conciencia de que se puede disfrutar la vida a plenitud. Es crucial aprender a vivir con diabetes y no luchar contra ella”, subrayó el Dr. Mike Vivas.
“La vacuna contra COVID-19 está ampliamente disponible y puede reducir considerablemente el riesgo de contraer el virus. Como profesional de la salud recomiendo a las personas que viven con diabetes que se vacunen, previa consulta con su médico”, concluyó el Director Médico de Novo Nordisk México.