Las unidades de género en estados y el gobierno federal deben desempeñar funciones de coordinación directiva y con poder de decisión que permitan incidir en políticas, planes, programas y presupuesto. Por lo que deben contar con estructura y presupuesto propios, así como con infraestructura y recursos específicos para su operación, además de ubicarse en el círculo de la alta dirección, para facilitar su interlocución con el titular de la institución y áreas clave.
El Senado de la República hizo un exhorto a las dependencias de la Administración Pública Federal, a los poderes ejecutivos de los estados, a los congresos locales y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal a fortalecer las unidades de género, a fin de fomentar la inclusión y buena relación laboral entre hombres y mujeres.A partir de los mecanismos y compromisos adquiridos por México a nivel internacional, se han impulsado estrategias de perspectiva de género en todos los programas, acciones y políticas gubernamentales, así como Unidades de Género para el monitoreo de programas para la igualdad.
Los mecanismos nacionales para el adelanto de las mujeres se encuentran orientados, entre otras cuestiones, a diseñar, fomentar, aplicar, ejecutar, vigilar, evaluar, estimular y movilizar el apoyo de políticas que promuevan el adelanto de este sector de la población.
De acuerdo con las recomendaciones del Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) los Estados parte deben establecer o reforzar mecanismos, instituciones o procedimientos nacionales efectivos, a un nivel gubernamental elevado y con recursos, compromisos y autoridad suficiente.
En este sentido, las Unidades de Género deben desempeñar funciones de coordinación directiva y con poder de decisión que les permitan asegurar que la cultura organizacional, políticas, planes, programas, presupuestos y responsabilidades operativas de la entidad o dependencia a la que pertenece contribuyen a la construcción de igualdad sustantiva.
Cabe mencionar que el 14 de octubre de 2014, se creó la primera Unidad de Género en el Senado de la República, la cual tiene por objeto atender la necesidad de implementar mecanismos para el adelanto de las mujeres y lograr la igualdad entre mujeres y hombres.
Para lograr su objetivo deben contar con estructura y presupuesto propios, así como con infraestructura y recursos específicos para su operación, además de ubicarse en el círculo de la alta dirección, para facilitar su interlocución con el titular de la institución y áreas clave.
Entre otros, ya se cuenta con Unidad de Género en Nuevo León, Veracruz y en la Procuraduría General de Justicia del Estado de México. No obstante, es necesario crear más unidades en los gabinetes estatales.