En las últimas décadas, hemos sido testigos de un cambio significativo en las realidades laborales, este cambio ha traído consigo beneficios notables para la gestión menstrual de las mujeres en el ámbito laboral.
La evolución de las políticas laborales y la creciente conciencia sobre la importancia de la equidad de género han jugado un papel crucial en este progreso, permitiendo a las mujeres afrontar de manera más cómoda y efectiva sus necesidades menstruales en el trabajo.
Antes, la menstruación en el trabajo se consideraba un tema incómodo y, en algunos casos, tabú. Las mujeres se veían limitadas por la falta de políticas adecuadas que les permitieran gestionar su ciclo menstrual de manera adecuada y sin inconvenientes.
Sin embargo, hoy en día, gracias a una mayor sensibilización y a las nuevas normativas laborales, las mujeres tienen más libertad y apoyo para manejar su menstruación en el entorno laboral.
Incluso, como lo menciona Paola Acuña, Brand manager de Profemme, avances como la licencia laboral por menstruación son un paso importante para concientizar a las empresas sobre las realidades que viven las mujeres durante la menstruación.
Además de lo anterior, muchas empresas están implementando políticas que incluyen la provisión de productos menstruales gratuitos en los baños, lo que elimina la preocupación de tener que llevar consigo estos productos o enfrentarse a la vergüenza de pedirlos.
Esta medida no sólo beneficia a las mujeres, sino que también envía un mensaje claro de apoyo y respeto hacia las necesidades básicas de las trabajadoras.
Otro aspecto importante es la creciente flexibilidad laboral. Con la popularización del trabajo remoto y los horarios flexibles, las mujeres tienen más control sobre su entorno durante su período menstrual.
Esto significa que pueden trabajar desde la comodidad de sus hogares si así lo desean, evitando las molestias adicionales que pueden surgir durante esos días.
Además, la normalización de conversaciones sobre la menstruación en el lugar de trabajo ha contribuido a un ambiente más inclusivo y comprensivo.
Las mujeres ya no tienen que ocultar su malestar o preocupaciones relacionadas con su ciclo menstrual, sino que pueden abordarlo abiertamente con sus colegas y superiores.
En resumen, las nuevas realidades laborales han traído consigo beneficios significativos para la gestión menstrual de las mujeres en el trabajo.
Desde días de licencia específicos hasta la provisión de productos menstruales gratuitos y la flexibilidad laboral, estas mejoras están contribuyendo a crear un entorno laboral más equitativo y comprensivo para todas las personas.
Sin embargo, todavía hay mucho por hacer y es fundamental que sigamos avanzando en la implementación de políticas cada vez más inclusivas y en la promoción de una cultura laboral que respete y apoye las necesidades de todas las trabajadoras, incluida la gestión menstrual.
Con información de Profemme.