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La menopausia es una etapa natural en la vida de todas las mujeres, pero en México aún se enfrenta con desinformación, miedo y tabúes que dificultan vivirla con plenitud. Muchas veces se percibe como una señal de envejecimiento o de pérdida de vitalidad, cuando en realidad puede convertirse en un periodo de autoconocimiento y toma de mejores decisiones sobre la salud.
De acuerdo con la Dra. Erandi Fernández, líder en salud femenina en Astellas Pharma, los mitos alrededor de la menopausia hacen que muchas mujeres recurran a fuentes poco confiables, lo que retrasa la búsqueda de atención médica adecuada. Esto genera que los síntomas más comunes, como los bochornos o síntomas vasomotores, impacten de manera significativa la calidad de vida sin recibir el acompañamiento necesario.

“Los bochornos no son simples sofocos. Son una sensación de calor repentina que inicia en el pecho, se extiende al rostro y puede acompañarse de sudoración, palpitaciones y dificultad para dormir. Aunque son parte de los cambios hormonales, no deben vivirse como un problema que hay que soportar, sino como una condición que puede tratarse con apoyo médico”, explicó la especialista.
Una realidad que afecta a la mayoría de las mujeres
En México, el 80 % de las mujeres en menopausia experimenta bochornos. Estos episodios pueden durar de 2 a 10 años, alterando el sueño, el desempeño laboral, las relaciones sociales e incluso el estado de ánimo. “Cuando una mujer no descansa y sufre estos síntomas de forma constante, su calidad de vida se ve severamente afectada”, señaló la Dra. Fernández.

Además, la cultura de “aguantar” ha hecho que muchas mujeres normalicen el malestar. “Tristemente, conozco casos de mujeres que no podían dormir, que tenían que cambiarse de ropa por la sudoración nocturna o que sufrían episodios en medio de una reunión de trabajo, lo que afectaba su seguridad y desempeño”, agregó.
Nuevas opciones: más allá de la terapia hormonal
Durante muchos años, la terapia de reemplazo hormonal fue la única alternativa con evidencia clínica para atender los síntomas de la menopausia. Sin embargo, no todas las mujeres pueden usarla, ya sea por antecedentes médicos, riesgos cardiovasculares o por decisión personal.
Hoy, la ciencia ofrece un avance importante: nuevas terapias no hormonales diseñadas específicamente para tratar los bochornos. Estos tratamientos, aprobados recientemente, se han convertido en una opción innovadora y segura para quienes buscan aliviar los síntomas sin recurrir a hormonas.
“Este tipo de alternativas marcan un antes y un después. Permiten que las mujeres descansen mejor desde la primera semana de uso y recuperen la sensación de bienestar y control de su vida”, afirmó la Dra. Fernández.

Vivir plenamente la menopausia es posible
La especialista recomienda que, a partir de los 45 años, las mujeres acudan regularmente a su ginecólogo para evaluar los cambios hormonales y discutir las opciones disponibles. Además, subraya que adoptar hábitos saludables —como mantener una alimentación balanceada, hacer ejercicio y vigilar la salud cardiovascular— es clave para transitar esta etapa con mayor bienestar.
“La menopausia no es el final. Es una etapa más de la vida, y con el acompañamiento médico adecuado y las terapias disponibles hoy, puede vivirse con plenitud, sin miedo y con mejor calidad de vida”, concluyó la Dra. Fernández.






