La buena salud del cuerpo humano también incluye la bucodental, aunque generalmente se le da poca importancia. Tener adecuados hábitos y revisiones regulares al dentista son factores sustanciales para evitar la mayoría de los problemas bucales; los cuales pueden ocasionar desde de dolor intenso, pérdida de piezas dentales hasta cáncer.
Sin embargo, algo tan cotidiano como lavarse correctamente los dientes 3 veces al día -desde la infancia hasta la vejez- no siempre se cumple. Una situación que ocasiona los padecimientos de mayor prevalencia en la boca: la caries dental y la enfermedad periodontal, afirman especialistas de la Facultad de Odontología de la UNAM.
En ocasión del Día Mundial de la Salud Bucodental, que se conmemora el 20 de marzo, explicaron que la caries es una enfermedad bacteriana que afecta el tejido duro de los dientes y es común en niñas y niños. Mientras que la periodontal, también causada por bacterias, repercute en el tejido blando de las encías y es más frecuente en adultos.
“Los factores de riesgo que llevan a tener caries son la alta ingesta de azúcares y la acumulación de placa bacteriana (que se forma por colonias de bacterias); en tanto que a la enfermedad periodontal la afectan la falta de cepillado y la acumulación de placa bacteriana entre dientes y encías, que ocasiona cambio del pH salival e inflamación en las encías”, detalla Miriam Ortega Maldonado.
Cáncer oral
Otra enfermedad frecuente que debe vigilarse es el cáncer oral, el cual se presenta principalmente por los hábitos de fumar y beber. Se desarrolla en cualquier parte de la cavidad bucal:
- labios
- encías
- lengua
- revestimiento interno de las mejillas
- paladar o base de la boca (debajo de la lengua)
“El cáncer oral tendría que ser observado por los odontólogos, que somos los que exploramos la boca. Desgraciadamente muchas veces hacemos caso omiso de otros tejidos que no sean dientes o encías y lo diagnostican los médicos cuando el cáncer ya hizo metástasis a otros órganos”, reconoce la especialista.
Por ello, recomienda la exploración rutinaria de los odontólogos para detectar anomalías como llagas, dientes flojos, parche blanco o rojizo en la parte interna de la boca o una protuberancia dentro de la boca. “Eso permitiría tratar el cáncer oral oportunamente”, asegura.
En tanto, María Concepción Ramírez Soberón, comenta que cuando la persona tiene dientes “apiñados” o que no están bien alineados, no se puede tener una limpieza óptima de esas piezas y se acumula la placa dentobacteriana y restos de alimentos. Al unirse las colonias se forma ésta, principal factor de riesgo para la caries dental y la enfermedad periodontal, advierte.
“Ambas pueden causar la pérdida dental. Cuando tenemos enfermedad periodontal los organismos se meten en cavidades, dañan las fibras y se forman bolsas periodontales, entonces se pierde la inserción y comienza la movilidad dental. La caries dental va desde el daño en el esmalte, y se va haciendo más profunda hasta llegar a la pulpa. Entonces se puede causar necrosis pulpar (que la pulpa se muera) y causa mucho dolor”, indica Ramírez Soberón.
Con base en datos del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE), Ortega Maldonado explica que siete de cada 10 niños presentan caries dental, y 7 de cada 10 adultos mayores enfermedad periodontal. Además, 4 de cada 10 personas mayores no tienen su boca funcional; es decir, no pueden comer, hablar o sonreír adecuadamente.
Cómo lavarse los dientes
Para prevenir enfermedades y tener una adecuada salud bucodental es esencial lavarse correctamente los dientes y hacerlo de manera frecuente, recomendaron las odontólogas.
“No hay una sola técnica para lavarse los dientes, pero es necesario tener una limpieza al menos 3 veces al día. Si utilizamos la prevención vamos a tener la ganancia máxima. Necesitamos educar a los niños para que laven sus dientes”, refiere Ramírez Soberón.
Abunda que los dientes se cepillan de arriba hacia abajo y los de abajo hacia arriba; en tanto las muelas requieren un movimiento circular. Se puede comenzar en orden por las muelas, desde la parte de atrás hacia el frente, primero con la dentadura posterior y luego la inferior.
“Cuando uno se cepilla muy fuerte los dientes, la encía se defiende, se va haciendo hacia abajo y exponiendo las raíces. No hay que cepillarse ni tan fuerte ni con un cepillo muy duro”, expone Ramírez Soberón.
Además, sugiere usar enjuagues que contienen clorhexidina, sustancia antiséptica que no permite que se hagan estas colonias de bacterias. Pero es importante consultar al dentista porque tienen contraindicaciones y no es recomendable la automedicación. También es primordial acudir a consulta dental al menos 2 veces al año y que las dietas sean bajas en carbohidratos.
Otro producto recomendable es el hilo dental especialmente cuando los dientes no están bien alineados y el cepillo no entra. Por lo cual es necesario consultar al dentista a fin de emplearlo de manera correcta porque puede causar irritación si no se sabe usar.
Para las niñas y los niños existen las aplicaciones tópicas de fluoruro que les protege los dientes y los selladores de fisuras, recordó Ramírez Soberón.
Escasa cultura del autocuidado
“Nos falta mucho la cultura del autocuidado; la salud bucal está siendo dejada a un lado. Por ejemplo, con la COVID nos atendemos el cuerpo y las vías respiratorias. Pero olvidamos que todo entra a nuestro cuerpo por la boca. Hay que cuidarse la cavidad bucal porque el cubrebocas está haciendo que tengamos más acumulación de placa y debemos intensificar la higiene”, subraya Ortega Maldonado.
En tanto, Ramírez Soberón asegura que es importante hacer campañas de educación para la salud y demostrar que los dientes son importantes como cualquier otro órgano en el cuerpo, pero nos falta. “Todavía es más la forma de componer que de prevenir”.
El Día Mundial de la Salud Bucodental se celebra el 20 de marzo y es una iniciativa apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), instituciones que consideran importantes los buenos hábitos y revisiones regulares para prevenir la mayoría de los problemas de salud bucal[.]