Un estudio liderado por Mónica Figueras, investigadora del Departamento de Comunicación de la UPF, conjuntamente con Núria Araüna y Iolanda Tortajada, investigadoras del Departamento de Comunicación de la Universidad Rovira i Virgili y que han publicado el 25 de marzo en la revista Young [1] expone que el reggaeton también puede contribuir a las reivindicaciones feministas.
El trabajo ha analizado las prácticas de feminismo popular en el reggaeton, un estilo de música tradicionalmente asociado al machismo ya la objetualización de las mujeres, y han concluido que «es posible dar un nuevo significado a los estilos musicales sexistas«, según informaron las autoras del trabajo. La investigación lleva por título: «Reggaeton feminista en España: mujeres jóvenes subvierten el machismo a través del perreo» [1] y se centra en 3 proyectos que «se han convertido en una herramienta de reivindicación feminista y de redefinición de este género musical«, indican las autoras.
Tal como apunta la investigación, la tendencia machista del reggaeton se está rompiendo con la aparición reciente de mujeres jóvenes que han dado un giro a estos mensajes a través de letras que contienen un fuerte componente feminista. En concreto, se han centrado en el tema El malo, adaptado para Brisa Fenoy, y con las propuestas musicales de Tremenda Jauría y Ms Nina. Para las responsables del estudio, «utilizan el estilo reggaeton como una parodia y una manera de responder a todo lo que no les gusta de este estilo de música y de la sociedad» que usan como herramienta de reivindicación feminista. Como indican en su trabajo, en las manifestaciones del Día de la Mujer del 8 de marzo muchas pancartas recogían mensajes de versos de estas canciones sobre la igualdad de derechos y una clara oposición a la violencia sexista.
Los proyectos musicales estudiados también han querido dar un nuevo significado al movimiento corporal asociado al reggaeton, conocido como perreo, asociado ahora a la libre elección de la mujer de bailar libremente «porque la hace sentirse atractiva, y no como muestra de sumisión al hombre«, según señalan[.]
