Hace 16 años, la clonación de la oveja Dolly constituyó una hazaña en la historia de la ciencia, hoy el interés de los científicos por desarrollar técnicas para clonar sigue vigente, pero no sólo para reproducir animales, sino también plantas.
La clonación de plantas podría traer ahorros para el sector agrícola mundial de hasta 7 mil millones de dólares. Por esa razón, Jean-Philippe Vielle Calzada y su grupo de trabajo en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Irapuato, buscan generar plantas idénticas a la madre, capaces de reproducirse sin tener sexo, es decir, formar semillas sin necesidad de machos.
Jean-Philippe Vielle Calzada, adscrito al Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) del Cinvestav Irapuato, explica que lo anterior significaría una “nueva revolución verde” o como él prefiere llamarla, “una revolución asexual”, en la que los campesinos y la agricultura en general, serían los más beneficiados.
Es como si las madres pudieran clonarse así mismas, dice el investigador, quien acota que el estudio de este tipo de reproducción no es nuevo, pero sí los recientes descubrimientos sobre este fenómeno por parte de los investigadores del Cinvestav, los cuales han despertado el interés de la comunidad científica.
De acuerdo con Vielle Calzada, antes se pensaba que había un gen maestro que controlaba el proceso de reproducción asexual, “pero descubrimos que esto no es así, pues resulta que en realidad el proceso está controlado más que a nivel genético, a nivel epigenético, es decir, a partir de los cambios genéticos que tiene la planta en respuesta, en este caso, al ambiente en que se encuentra”.
Lo que pudimos observar es que la apomixis (reproducción asexual) tiene que ver con genes que están presentes en las plantas sexuales, pero que probablemente están modulados de manera distinta. Si podemos combinar variantes genéticas naturales con cambios ambientales (fotoperiodo, temperatura, luz, estrés abiótico, sales en el suelo, metales, etc.), seremos capaces de inducir en casi cualquier cultivo, mecanismos equivalentes a la reproducción asexual sin necesidad de recurrir a transgénicos
De hecho, señala, este nuevo enfoque ha dado un giro a toda la investigación que se hace en el tema. Los laboratorios a nivel mundial están enfocando este problema biológico desde la perspectiva de nuestro descubrimiento, por lo que nos hemos dado como plazo cinco años para ver hasta dónde podemos llegar con esta perspectiva, pero sin duda los datos que tenemos son muy prometedores.
Para Vielle Calzada, esta investigación puede cambiar por completo la manera en que se realiza el proceso de producción vegetal para cualquier cultivo. Por ejemplo, detalla que hoy en día para producir trigo, arroz, maíz o alguna de las especies de hortalizas más importantes como tómate, brócoli, ajo o cualquier tipo de fruta, con la garantía de un buen rendimiento, hay que adquirir semillas mejoradas con alguna de las empresas que dominan ese mercado en el mundo.
Los campesinos no pueden guardar parte de la cosecha y sembrarla, porque la semilla de segunda generación ya no contiene las características de la primera, ya que hay una mezcla de material genético mitad de la madre y la otra mitad del padre, lo que genera una desventaja en la nueva cosecha. Este es el gran negocio de la semilleras, que lleva a los agricultores a comprar semillas año tras año, un negocio que alcanza los 7 mil millones de dólares.
Si logramos que las semillas mantengan sus características genéticas idénticas a la madre, los agricultores no tendrían la necesidad de volver a comprar, ya que podrían sembrar año tras año la misma semilla que producen, porque no cambiaría genéticamente, señala el también ganador en 2004 del Premio de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias.
La apomixis es un método que evolucionó de manera natural, no es una alteración, aclaró el especialista en genética de plantas. De hecho, este tipo de reproducción asexual la podemos observar en algunos pastos forrajeros, en muchas especies silvestres, algunas primas hermanas del girasol, algunas ornamentales y rosáceas.