México tiene el mayor número de especies de cactáceas en el mundo y su gran reserva de flora y fauna silvestre es motivo de orgullo y admiración, pero también botín fácil para saqueadores internacionales, coleccionistas que pagan miles de dólares por una de estas plantas sin importar poner en riesgo la existencia de los ejemplares, denunció el diputado Armando Contreras Castillo.
Precisó que expertos de la Universidad Autónoma de Chapingo denuncian que Japón, Corea y Tailandia buscan patentar las cactáceas mexicanas ante el “boom” que ha surgido en torno a ellas. Existen alrededor de 1,400 especies en el mundo, 669 son de México y 518 endémicas.
En los desiertos de Chihuahua y Sonora, así como algunos valles de Hidalgo y Querétaro se ubica el 60% de los géneros de México; 25% son propios o exclusivos del país; en la región de Tehuacán-Cuicatlán, en Puebla y Oaxaca existe una gran diversidad de cactus. En Nochixtlán, en la región de la Cañada, en Cuicatlán, en Teotitlán y en la Región mixteca alta, Oaxaca, ya casi están en extinción.
En un punto de acuerdo que analiza la Comisión de Medio Ambiente, Sustentabilidad, Cambio Climático y Recursos Naturales propone exhortar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), establezcan un cerco en las zonas de reserva donde se encuentran las cactáceas y sus similares, con el fin de evitar saqueos masivos y llevar a cabo acciones eficientes y eficaces en las aduanas del país.
México, dijo, es un país donde casi la mitad de su territorio es árido o semidesértico, posee más de la mitad de las casi 2 mil variedades de cactáceas y suculentas registradas ante la Red Mundial de Reservas de Biosfera de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Contreras Castillo relató que las leyes mexicanas declaran ilegal la sustracción y comercio de especies endémicas, que sólo se reproducen en las zonas donde fueron descubiertas. La vida silvestre de México está protegida por la Ley General de Vida Silvestre y bajo una norma oficial de la Semarnat. La protección de las cactáceas está dividida en 3 niveles:
- en peligro de extinción
- amenazadas
- bajo protección especial
Sin embargo, y a pesar de leyes y convenios, “el país es blanco fácil del comercio ilegal internacional. Europeos y asiáticos son señalados como los principales saqueadores. Los traficantes burlan sin problema los acuerdos internacionales de cactáceas y comercian incluso con las semillas de las especies. Al tener una biodiversidad tan rica y tan exquisita, eso atrae a gente de todo el mundo, lamentablemente a favor de la depredación”.
Es difícil cuantificar la cantidad de plantas extraídas ilegalmente “ya que siempre hay contacto mexicano, no son solo los extranjeros. Se necesita el contacto que conozca las especies y el lugar para luego extraerlas como sucede con la dudleya que son flores, la bertoli, estequio valdes o mamidalia. Estas, son preciadas por su material genético”.
El diputado consideró necesario proteger esta riqueza natural porque una ley que decreta zonas de reserva no es suficiente, porque si bien no se puede tocar la planta no existe un papel que supervise que se cumpla esta orden.
Se requiere de personal calificado de la Semarnat y Profepa, así como coordinación con universidades agrónomas para supervisar el saqueo ilegal y preservar la vida de estas plantas, que ya están consideradas en peligro de extinción, dado que desde hace años es una “moda” tener en las casas este tipo de vegetaciones por su naturaleza rara y peculiar[.]