Es indispensable crear y establecer un protocolo de atención a las madres adolescentes y estudiantes embarazadas, a fin de evitar y prevenir su deserción escolar en todos los niveles educativos.
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Las mujeres embarazadas representan un grupo vulnerable propenso a abandonar la educación formal.
Las mujeres embarazadas representan un grupo vulnerable propenso a abandonar la educación formal, principalmente de educación media superior y superior, ya que dicha situación limita sus posibilidades de progreso, oportunidades y mejoramiento de la calidad de vida.
El dictamen con punto de acuerdo, aprobado el pasado 6 de diciembre de 2016, destaca que si bien el número de apoyos otorgados para este sector ha aumentado, también se han incrementado los casos de embarazos adolescentes en la población mexicana. “Las cifras de madres adolescentes aumentó 3.1% en la última década”.
Señala que esta situación hace notoria la imperante necesidad de realizar mayores esfuerzos ante la deserción escolar de las madres adolescentes, para que no sea un abandono definitivo y para aquellas que ya han abandonado sus estudios, se les apoye para continuar con los estudios.
Resulta indispensable llevar a cabo una serie de garantías que permitan evitar la marginación, exclusión, o discriminación de este sector de la población, precisa el documento.
Las madres adolescentes se enfrentan a dificultades sociales y económicas que disminuyen las oportunidades de terminar sus estudios y, en consecuencia, poder conseguir un empleo que les permita elevar su calidad de vida.