Como bien sabes a lo largo del año el desplazamiento de la tierra alrededor del Sol provoca una serie de fenómenos astronómicos. Éstos eventos son parte de los ciclos de nuestro planeta. Si hablamos específicamente de la época invernal nos referimos al solsticio de invierno, momento en el que se produce el día más corto del año y que marca el paso del otoño al invierno.
Al igual que los equinoccios de otoño y primavera, los solsticios se producen a partir de la inclinación de la Tierra en relación a su órbita alrededor del Sol. Dicha inclinación cambia a lo largo del año lo que hace que las estaciones se hagan presentes.
Hay dos momentos en el año llamados solsticios en el que el eje de la Tierra registra su máxima inclinación hacia el Sol. En este momento el hemisferio que está más inclinado hacia nuestro astro experimenta días más largos y mayores temperaturas . Por su parte el hemisferio que está más alejado tiene las noches más largas y menores temperaturas.
Por lo tanto, en este punto mientras en el hemisferio norte es invierno en el hemisferio sur es verano. En el caso del hemisferio norte este momento se producirá el 21 de diciembre de 2024 a las 03:20 hrs. Este momento marcará el inicio de la estación invernal.
El Solsticio y la humanidad
Durante miles de años diversas culturas identificaron los solsticios y equinoccios como momentos cruciales de cambios en el medio ambiente. Ya sea por la llegada de lluvias, el cultivo de las cosechas, así como la época de austeridad y guarda, estos fenómenos naturales han sido marcadores clave de nuestra actividad religiosa y productiva.
Una de las fiestas que aún se mantienen como celebración del solsticio es la Saturnalia. Durante el solsticio los antiguos romanos celebraban la llegada del invierno con un festival de siete días en el que hacían grandes banquetes y se intercambiaban regalos. Cabe destacar que cerca del año 350 el papa Julio I fue el que transformó la fiesta de la Saturnalia en lo que ahora conocemos como la navidad.