Suelo pélvico en el embarazo: por qué cuidarlo es clave para tu salud y tu parto

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El embarazo transforma todo tu cuerpo, pero hay una zona fundamental que muchas veces se olvida: el suelo pélvico. Esta red de músculos y tejidos sostiene órganos clave como la vejiga, el útero y el recto. ¿Por qué es tan importante cuidarlo? Porque si lo fortaleces durante el embarazo, puedes prevenir molestias como la incontinencia urinaria, mejorar tu experiencia de parto y recuperarte más fácilmente después del nacimiento.

Y no se trata de hacer grandes esfuerzos, sino de integrar hábitos suaves y conscientes en tu día a día.

Contraer y relajar los músculos del periné mejora la circulación, la sensibilidad y previene la incontinencia.

¿Cómo cuidar tu suelo pélvico en el embarazo?

Intimina, espacio especializado en bienestar íntimo femenino, comparte algunas prácticas clave recomendadas por fisioterapeutas en embarazo y posparto:

Muévete con suavidad: Yoga prenatal, pilates o natación ayudan a mantener el tono muscular sin presionar la pelvis.
Respira y postura: Aprende a cargar objetos activando el abdomen profundo y usando una respiración diafragmática.
Evita el estreñimiento: Come fibra, mantente hidratada y evita hacer fuerza al ir al baño.
Haz ejercicios de Kegel: Contraer y relajar los músculos del periné mejora la circulación, la sensibilidad y previene la incontinencia.

¿No sabes por dónde empezar? Aquí va un mini ejercicio de Kegel:

Aprieta como si quisieras detener el flujo de orina… cuenta 3, 4, 5 segundos…
Ahora, relaja por 5 segundos.
Repite 10 veces. Hazlo 3 veces al día.

El yoga prenatal, pilates o natación ayudan a mantener el tono muscular sin presionar la pelvis.

Ejercitador inteligente para suelo pélvico: tu aliado diario

Si te cuesta mantener una rutina constante de ejercicios de Kegel, hoy existen dispositivos inteligentes que te guían con vibraciones suaves para indicarte cuándo contraer y relajar los músculos, adaptándose a tu nivel de fuerza y progreso. Son discretos, recargables y fáciles de usar, ideales para integrar el fortalecimiento del suelo pélvico a tu rutina diaria sin complicaciones.

¿Solo el parto vaginal afecta el suelo pélvico?

Tanto el parto vaginal como la cesárea pueden debilitar esta zona. Por eso, el cuidado debe comenzar desde el embarazo (idealmente desde el tercer trimestre, pero antes también sirve) y continuar durante el posparto.

Más que músculos: una conexión contigo

Cuidar tu suelo pélvico no solo es cuestión de salud física. También es una forma de conectar con tu cuerpo, prepararte para el parto desde un lugar de poder y sentir que acompañas tu proceso con conciencia y amor propio.

Si te cuesta mantener una rutina constante de ejercicios de Kegel, hoy existen dispositivos inteligentes que te guían con vibraciones suaves para indicarte cuándo contraer y relajar los músculos, adaptándose a tu nivel de fuerza y progreso.

¿Estás embarazada o planeas estarlo?

Habla con tu ginecóloga o fisioterapeuta de confianza sobre tu suelo pélvico. Prevenir es cuidarte, es conocerte, y también es prepararte para una etapa tan intensa como poderosa.

Tu cuerpo lo está haciendo increíble. Ayúdalo un poquito más.

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