Para el mes de octubre de 2015, el Día Naranja para crear conciencia y tomar medidas para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas lleva por tema “Garantizar el acceso a los servicios para las sobrevivientes de la violencia contra mujeres y niñas“.
Para la campaña ÚNETE el naranja es un color brillante y optimista, representa un futuro libre de la violencia contra las mujeres y las niñas, no solamente una vez al año, si no cada día 25 del mes para promover entre gobiernos y asociados de las Naciones Unidas para destacar las cuestiones relativas a la prevención y eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas,La violencia contra las mujeres y las niñas tiene consecuencias inmediatas y de largo plazo tanto física, sexual y mentalmente para las mujeres y las niñas, pero también para las familias y sus comunidades. Es fundamental que los sobrevivientes de la violencia tengan acceso a los servicios esenciales que pueden satisfacer sus necesidades de seguridad y salud, facilitarles el acceso al sistema policial y de justicia y detener que vuelva a suceder en el futuro. Sin embargo, muchas mujeres y niñas que sufren violencia física y sexual siguen careciendo del acceso a los servicios esenciales multisectoriales de calidad.
Por ello la campaña ÚNETE del Día Naranja, se centra en el tema de “Garantizar el acceso a los servicios para sobrevivientes de la violencia contra las mujeres y las niñas“.
ACCESO A SERVICIOS MULTISECTORIALES ESENCIALES PARA SOBREVIVIENTES DE LA VIOLENCIA CONTRAMUJERES Y NIÑAS
Este término se refiere a los servicios esenciales son aquellos servicios y respuestas que están estrechamente coordinadas para responder a las necesidades de las mujeres y niñas que han sido víctimas de violencia, tales como: líneas directas; cuidado de la salud, incluida la atención posterior a la violación; asesoramiento y referencias de crisis; refugio y vivienda segura; protección de la seguridad y de la policía; y la asistencia jurídica y social.
De acuerdo con una serie de acuerdos globales convenciones y resoluciones, los Estados están obligado a asumir la responsabilidad de responder a la violencia contra las mujeres y las niñas. Sin embargo, en el mundo del presente en donde existen servicios de apoyo básicos, por lo general no cuentan con fondos suficientes, disponen de poco personal, no son de suficiente calidad y en su mayoría sólo se encuentran disponibles en las principales ciudades o capitales. Incluso en los países con altos ingresos, la disponibilidad, calidad y acceso a estos servicios puede ser insuficiente o limitado en su alcance y cobertura. Los servicios esenciales para las mujeres y las niñas, especialmente los que sufren múltiples formas de discriminación y/o son particularmente marginados, como las mujeres migrantes y jóvenes, las mujeres que viven con discapacidades o VIH, o que viven en zonas remotas o rurales, son aún más inaccesibles.
La falta de acceso de las mujeres a servicios coordinados esenciales de calidad significa que ellas continúan sufriendo los efectos físicos y mentales de la violencia, incluyendo lesiones físicas serias, que conducen a una discapacidad grave, embarazo no deseado, otras complicaciones obstétricas/ginecológicas, depresión así como trastornos de estrés y ansiedad.