noviembre 23, 2024

Matrimonio… ¿hasta que la enfermedad nos separe?

Acercamiento a la mano de un novio cuando la novia le pone un anillo
Plenilunia Salud Mujer
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Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia de matrimonio son los votos matrimoniales tradicionales, cuando muchas parejas promete ser fieles «en la salud y en la enfermedad«. Son puestos en tela de juicio por un estudio que analiza 20 años de datos de 2,717 matrimonios para determinar cuáles son los riesgos del divorcio entre parejas mayores de 50 años.

 

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Un estudio presentado el primero de mayo, en la reunión anual de la Population Association of America por Amelia Karraker, investigadora de la University of Michigan Institute for Social Research(Universidad de Michigan en el Instituto de Investigación Social) encuentra que el riesgo de divorcio entre las parejas casadas de más edad se eleva cuando la esposa se enferma gravemente, pero cuando es el marido.

«Las mujeres casadas con un diagnóstico de una enfermedad grave pueden encontrarse luchando con el impacto de su enfermedad, mientras que también está experimentando el estrés del divorcio«, dijo Amelia Karraker.

Karraker y el coautor del estudio Kenzie Latham de Indiana University-Purdue University Indianapolis analizaron 20 años de datos sobre 2.717 matrimonios del Health and Retirement Study (Estudio de Salud y Jubilación), realizada por el Institute for Social Research (Instituto de Investigación Social) desde 1992. En el momento de la primera entrevista, por lo menos uno de los esposos tenía más de 50 años.

Los investigadores examinaron la aparición de cuatro enfermedades graves -cáncer, problemas del corazón, enfermedades pulmonares y matrimonios afectados por un accidente cerebrovascular.

Encontraron que, en general, el 31% de los matrimonios terminaron en divorcio en el período estudiado. La incidencia de la nueva aparición de enfermedades crónicas aumentó con el tiempo, con más maridos que esposas desarrollaron problemas graves de salud.

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«Descubrimos que las mujeres son doblemente vulnerables a la disolución del matrimonio al enfrentar la enfermedad. Ellas son más propensas a ser viudas, y si ellos son los que se enferman, tienen más probabilidad de divorciarse«, dijo Karraker.

Si bien el estudio no evaluó por qué es más probable el divorcio cuando las esposas se enferma, pero no cuando son los maridos los se enferman gravemente, Karraker ofrece algunas razones que considera como posibles.

«Las normas de género y las expectativas sociales sobre las prestaciones de cuidados pueden hacer que sea más difícil para los hombres brindar atención a sus cónyuges enfermas«, dijo Karraker. «Y debido al desequilibrio en los mercados matrimoniales, especialmente en las edades más avanzadas, los hombres divorciados tienen más opciones entre las posibles parejas que las mujeres divorciadas«.

«Nosotros no tenemos ninguna información sobre quién inició el divorcio en este estudio. Pero es importante tener en cuenta que en la mayoría de los casos, son las mujeres las que lo hacen. Así que podría ser que cuando las mujeres se enferman y sus maridos no están haciendo un muy buen trabajo para cuidarlas, ellas preferirían que él matrimonio se disuelva y confían en que amigos y familiares se hará cargo de ellas«.

Dada la creciente preocupación por los costos de atención de la salud para una población que envejece, Karraker cree las autoridades deben ser conscientes de la relación entre la enfermedad y el riesgo de divorcio.

«Ofrecer servicios de apoyo a los cónyuges encargados de los cuidados puede reducir la tensión marital y evitar el divorcio en las edades más avanzadas«, dijo. «Pero también es importante reconocer que el impulso para el divorcio puede estar relacionada con la salud y que las ex esposas enfermas pueden necesitar atención y servicios adicionales para prevenir el deterioro de su salud y aumento de gastos«.

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