Por Shoshana Turkia, terapeuta cognitivo conductual^*. El 18 de octubre es el Día Mundial de la Menopausia, a partir de un acuerdo entre la Sociedad Internacional de la Menopausia (SIM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS); y para tratar de conocer y entender ¿cómo afecta este proceso la salud emocional de gran parte de las mujeres, en algún momento de sus vidas? empezaré por aclarar que a pesar de lo que nos ha hecho creer la sociedad, la menopausia no es una enfermedad: “sólo se trata de un proceso de transición que se debe a la reducción de progesterona y estrógenos; y este proceso físico que tiene una transición metabólica en el cuerpo de las mujeres también tiene implicaciones emocionales.

Pero para llegar a éstas hay que entender lo que le está pasando a nuestro cuerpo, porque las emociones son la misma energía en movimiento para darnos mensajes.

Por ello lo primero que debemos hacer para transicionar las emociones intensas durante la menopausia, es aceptar que es un proceso que tiene un inicio y un fin y aprender a abordar nuestras emociones para poder tener mejor manejo de nosotras mismas”.

Ponernos en paz con nuestro cuerpo

Primero debemos tener una aceptación radical de la realidad, porque al llegar a la menopausia el cambio está ahí, hagas lo que hagas el cambio está ahí y cuando alguien rechaza ese cambio lo primero que hay que trabajar es en la reconciliación con este cambio que se está viviendo.

Por eso, el primer paso es ponernos en paz conque nuestro cuerpo está cambiando metabólicamente y saber que esto también va a pasar, que esa ira tremenda, esa tristeza profunda que sienten algunas mujeres que están en la menopausia, la ansiedad que llega, responde a un proceso metabólico que puede ser tratado por un endocrinólogo o un psiquiatra con antidepresivos y terapias de sustitución hormonal, pero esto solamente va a curar los síntomas, y entonces hay que ir más allá, con la terapia psicológica para llegar al fondo y poder descubrir el por qué no?, para avanzar y comenzar a caminar en el cómo sí?”.

¿Depresión o ansiedad?

Al hablar de depresión y ansiedad durante la menopausia, estamos hablando de las dos caras de la misma moneda: “cuando llega una paciente con cuadros de depresión, se busca dónde está la ansiedad, y viceversa cuando llegan con cuadros de altísima ansiedad, hay que buscar dónde están los cuadros de depresión.

Para, a partir de ahí, aplicar maneras muy puntuales de cómo curar la depresión y la ansiedad a través del proceso terapéutico, ya que la diferencia entre lo cognitivo conductual y otras metodologías de terapia psicoemocional es que esto es muy puntual, va sobre el cotidiano, porque lo que queremos es arreglar el presente para entonces poder acomodar todo lo demás.

En el caso de la depresión lo que tenemos que hacer es ir primero a la acción y después a la motivación; primero tenemos que actuar para poder llegar a la motivación, aunque no se tengan ganas lo que debemos hacer es ponernos en movimiento, la vida está en el movimiento.

Es en este sentido que utilizo la terapia cognitivo conductual porque conlleva una metodología clara, precisa, medible, con objetivos específicos.

Al iniciar cualquier tipo de sesión terapéutica puedo medir los niveles de tristeza, angustia, enojo e incluso de bienestar, lo cual me permite empezar a nombrar las emociones y posteriormente hacer una escucha activa, empática donde pueda percibir, no solamente lo que me está diciendo mi paciente a través de las palabras, sino también con su lenguaje no verbal.

Así, a partir de entonces, establezco una agenda terapéutica que me permita proponer y llevar a cabo un plan de acción con el cual poder acompañar a mis pacientes para lograr la Transformación Radical, visualizando la mejor forma de obtener todos los recursos que necesitan para replantear su plan de vida.

Y por otro lado si tenemos mucha ansiedad, hay que llevar a cabo pequeñas exposiciones que nos recuerden y nos den evidencia de que somos un poquito más valientes, un poquito más poderosas, más fuertes de lo que nos acordamos; porque en esta etapa se potencializan particularmente dos emociones: el enojo manifestado en ira, y la tristeza, la tristeza de todo lo que pudo ser y no fue.

La menopausia…  una oportunidad para retomar sueños

Si tomamos en cuenta que la menopausia es un cambio evolutivo y generacional en el que los vínculos afectivos positivos son el principal elemento para esta transición, debemos saber valorar la gran importancia que tiene el poder crear redes de mujeres, hacer alianzas, porque la calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestras relaciones.

No podemos olvidar la dimensión espiritual de la vida, lo cual no necesariamente tiene que ver con el reconocimiento de un Dios o una doctrina, sino recordar que somos parte de un todo y ese todo también nos afecta, nosotros afectamos al sistema; pero el sistema también nos afecta, y la reconciliación viene desde un lugar espiritual de decir, yo también soy mortal, yo también tengo límites, yo también respondo a las reglas del tiempo y el espacio.

La terapia emocional renueva radicalmente el sistema de toma de decisiones desde cuatro perspectivas para llevar al paciente a alcanzar una autonomía en sus cuatro vertientes: la económica, la emocional, la erótica y la espiritual.

Lo único que deja de funcionar durante la menopausia es que dejamos de ovular y perdemos con ello la capacidad de poder tener hij@s, pero es entonces cuando debemos reconocer que las mujeres somos mucho más que cuerpos gestantes y darnos cuenta que estamos ante un gran umbral para deshacernos de todo lo que nos estorba, una gran oportunidad para poner un alto en el camino y decidir: ¿Qué sí quiero seguir siendo y en qué me quiero convertir?

Este proceso entonces puede llegar a ser la gran oportunidad para retomar los sueños de infancia o de la adolescencia; ya que la tristeza es una energía que nos permite reformular nuestro cotidiano, para que nos cuidemos, reestructuremos nuestras actividades y retomemos nuestros sueños.

La terapia online… siempre una opción funcional 

La terapia on line (de la cual cuento con una certificación) y la interconsulta, se han convertido en inmejorables opciones para lograr ese acompañamiento integral que la gente requiere en la actualidad para la atención de la salud mental, durante las diversas situaciones que el enorme camino de la vida nos plantea, ya que “resulta cada vez más efectivo el acompañarnos de personas con un abanico mucho más amplio de herramientas que nos puedan ofrecer más y mejores alternativas.

*Shoshana Turkia. Es terapeuta cognitivo conductual por la Universidad Hebraica y el Feeling Good Institute de California; está certificada en Acompañamiento Espiritual; es Maestra en Alta Dirección de Empresas (IPADE), e Internacionalista por el Instituto Tecnológico de Monterrey con especialidad en Comunicación Internacional e Intercultural.