Habiendo logrado México la certificación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para poder exportar vacunas en forma expedita a la región, no es lejano vislumbrar que el país pueda ser un centro importante de producción y exportación de inmunizaciones a Latinoamérica.
Siendo además el país con el más completo esquema de vacunación de la región (igual que a Estados Unidos), México tiene autoridad moral para jugar un papel importante en generación de vacunas para la región y el mundo.
Hoy en día, la oferta mundial de vacunas no alcanza a cubrir la demanda existente y en un escenario de pandemia el tema es prioridad máxima. Por eso la constitución de una planta productora de vacunas en el sexenio pasado fue tema de seguridad nacional, sobre todo después del susto que nos dio el AH1N1 en el 2009.
La planta productora de vacunas, derivada del acuerdo al que llegó el gobierno calderonista con la farmacéutica francesa Sanofi Pasteur, hoy es referencia internacional; este año ya produjo 30 millones de dosis en contra de la influenza y para el 2014 duplicará su capacidad.
El director de Sanofi Pasteur en México, Eduardo Arce, se enorgullece de que con esta planta demostraron a su casa matriz en Francia la capacidad que existe aquí para producir con calidad y el potencial de México de convertirse en un polo industrial especializado en vacunas con alto nivel de calidad y de innovación.
Con lo que hoy ya se tiene en dicha planta, ubicada en el Estado de México, asegura el directivo, es posible exportar a otros países en conjunto con Birmex —el laboratorio estatal, socio en la producción de la vacuna en contra de la influenza— , y aparte no descarta poder traer otras inoculaciones para producir en México.
Imaginemos la relevancia del asunto: si el brote de cólera en la huasteca hidalguense se llegara a descontrolar y a extenderse por el país, sería urgente traer la vacuna en contra del cólera que, por cierto, Sanofi ya produce en la India. Aquí el problema es que, como su producción es lenta y muy limitada, la OMS es quien controla y decide a qué países dirigirla; así, la repartió en Haití cuando hubo la crisis de cólera.
La ventaja de tener una planta como la del Ocoyoacac, Estado de México, es que se tendría el know how y la infraestructura para producirla en caso de necesidad.
Otro ejemplo es el dengue. Sanofi Pasteur ha informado que ya está muy avanzado el proceso para sacar al mercado la vacuna en contra del dengue, un mal que en México se ha convertido en un problema de salud pública, pues ya no se concentra en zonas tropicales, sino que ha llegado al centro y la capital del país, e incluso a la zona norte, donde antes era desconocido. La idea de Eduardo Arce es que el lanzamiento mundial de la vacuna dentro de un año sea desde México, en agradecimiento al gobierno mexicano, que ha mostrado gran voluntad de apoyar la salida de esta inmunización preventiva.
Reunidos en Morelia los policías de la salud
Desde ayer están reunidos en la capital michoacana los secretarios de Salud, los titulares de Regulación Sanitaria y los de Laboratorios de Salud Pública de todas las entidades del país. La secretaria Mercedes Juan fue quien inauguró la 26 reunión nacional del Sistema Federal Sanitario (formado por 7,400 elementos, de los cuales 1646 son funcionarios de Cofepris) y puso énfasis en dos temas: calidad del agua y vigilancia ante la falta de atención médica oportuna. Podría interpretarse que la preocupación está en el brote de cólera en Hidalgo y en los lamentables casos de partos y muertes fuera de hospitales.