diciembre 25, 2024

Que el sueño no trastorne tu día

Mujer durmiendo y volando
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Esa frase de que «la noche se hizo para dormir» no es una práctica que muchos lleven a cabo de manera literal, aunque ese sea su deseo.

Mujer durmiendo y volando

[/media-credit] El sueño siempre debe ser reparador

La Dra. María Dolores Ochoa Vázquez, miembro de la Academia Mexicana de Medicina del Dormir, comenta que hay más de ochenta tipos de trastornos que afectan el sueño. Los más comunes son el insomnio y la apnea del sueño.

El primero es una alteración que nos impide dificultad para iniciar o mantener el sueño y puede manifestarse como dificultad para conciliar el sueño y tener un sueño reparador.

«El insomnio es el primer síntoma de algo pasa con nuestro descanso, y puede ser consecuencia de trastornos emocionales y físicos, incluso, por el uso sustancias socialmente permitidas como el consumo de café, té tabaco, refrescos de cola, así como algunos  medicamentos«.

Esta dificultad para conciliar el sueño es frecuente entre jóvenes principalmente por incremento en las actividades nocturnas y uso de videojuegos, es frecuente que se acentúe en la tercera etapa de vida. Sin embargo, a cualquier edad puede acarrear consecuencias graves, sobre todo, si se desarrolla alguna profesión u oficio de riesgo.

Podemos decir que el insomnio está relacionado a situaciones emocionales, aunque también algunas enfermedades crónicas que alteran el ciclo circadiano vigilia-sueño, entre las que pueden destacarse el hipertiroidismo, trastornos hepáticos, renales, enfermedades que generen dolor.

Y aunque las pastillas para dormir han sido alguna solución desesperada para lograr dormir y descansar, no es la mejor manera ya que ayudan con frecuencia se prescriben sin determinar la causa de la percepción de insomnio, aunado a la dependencia tanto física como psicológica que pueden ocasionar, pudiendo llegar al incremento en la dosis sin vigilancia médica.

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La apnea del sueño es el segundo trastorno grave en el que la respiración se detiene constantemente durante el sueño (apnea del sueño) siendo  suficientemente frecuente y prolongado para provocar hipoxia intermitente que consiste en la aparición de episodios repetidos de desoxigenación y reoxigenación en el organismo cada vez que se produce el colapso de la vía respiratoria y su posterior resolución. Este fenómeno induce a la formación de radicales libres de oxígeno y la liberación de citoquinas proinflamatorias que promueven la lesión endotelial y favorecen el desarrollo posterior de daño a órgano blanco (sistema nervioso central, cardiovascular, etc)

Ésta puede ser de varios tipos principalmente la obstructiva, que se presenta por colapso a nivel de la vía aérea superior (VAS), la central que es consecuencia de una disfunción en el centro respiratorio localizado en el bulbo raquídeo  (la parte más baja del encéfalo) que controla la respiración.

Los ronquidos suelen ser el principal síntoma de la apnea del sueño, por lo que es necesario considerar otros síntomas tanto diurnos como durante el sueño como pueden ser: periodos de cese en la respiración (apneas) presenciados principalmente por familiares, somnolencia diurna excesiva; alteraciones de atención o cognitivas; en niños pueden manifestar hiperactividad o alteraciones como déficit de atención, si presentan ronquido (menos frecuente en niños) generalmente la obstrucción de la vía aérea superior suele ser  por amigdalitis adenoiditis o rinitis recurrente. Aunque Ochoa Vázquez subraya que no todos los que roncan sufren de apnea del sueño.

Para la especialista en Neumología la obesidad incrementa el risgo de presentar apnea del sueño y otras enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes; el  uso y abuso del alcohol y el tabaco provocan que una gran parte de la población mexicana presenten trastornos del dormir alterando la calidad del sueño.

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Por ello recomienda:

  • Acudir al médico en cuanto nuestro horario del sueño se altere, sea por somnolencia excesiva o por incapacidad para inicial o mantener el sueño; el médico de primer contacto es el indicado, para que determine a que especialista  debe remitirle, en el caso de insomnio deberá ser evaluado por psiquiatria para la prescripción razonada de fármacos terapéuticos.
  • No automedicarse
  • Someterse a estudios para determinar el tipo de trastorno

Se dice que para estar «frescos como una lechuga» necesitamos dormir de 6 a 8 horas, ya que la naturaleza de cada organismo tiene su propio reloj biológico,  algunos necesitan para recargar la pila  más o menos horas , pero el sueño siempre debe ser reparador para evitar convertirse en la peor pesadilla durante el día.

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