La Cámara de Diputados aprobó el pasado 22 de noviembre de 2011 con 416 votos a favor y 1 en contra, reformas a la Ley General de Salud a fin de inhibir el uso de telefonía celular dentro de quirófanos y áreas de terapia intensiva de los hospitales, ya que, advirtieron, puede causar interferencias con los aparatos médicos. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.
La modificación, que agrega un artículo 125 Bis al marco legal, precisa que la Secretaría de Salud, en coordinación con las demás dependencias involucradas, implementará mecanismos que prevengan los riesgos asociados con interferencias electromagnéticas que pudieran afectar tanto a equipos médicos como a pacientes en instalaciones hospitalarias.
Lo anterior, deberá incluir de manera enunciativa más no limitativa, la regulación del uso de telefonía móvil en determinadas áreas como quirófanos y de terapia intensiva en los nosocomios.
Al fundamentar el dictamen de la Comisión de Salud, la diputada María Verónica Muñoz Parra, secretaria de la misma, explicó que el objetivo es implementar mecanismos que prevengan riesgos asociados con interferencias del uso de celulares en los equipos médicos que pudieran afectar a los pacientes dentro de los hospitales.
“Hay restricciones en el uso de teléfonos celulares para evitar la interferencia a los campos electromagnéticos, y se propone que estos campos de radiofrecuencia emitidos por los teléfonos móviles suelen ser más de mil veces superior a los de los campos emitidos por las estaciones base”.
La utilización de teléfonos celulares cerca de algunos dispositivos, como marcapasos o desfibriladores puede interferir en su funcionamiento.
La diputada Melissa Torres Sandoval consideró que la alta demanda de electricidad que acarrean los avances tecnológicos ha generado cada vez más radiaciones no ionizantes en el medio ambiente urbano, lo que no deja de generar inquietud en la sociedad respecto a sus probables efectos en la salud.
“Como representantes populares tenemos el deber de prevenir y promover la limitación al mínimo de los riesgos de dichas interferencias en los equipos médicos y en los pacientes en centros hospitalarios”.
La diputada María Eugenia Ocampo Bedolla indicó que el avance tecnológico en materia de telecomunicaciones, particularmente la telefonía celular, ha generado el riesgo de que los equipos médicos puedan verse dañados o afectados por las interferencias electromagnéticas que deterioren el bienestar de los usuarios del sector salud.
“Estamos comprometidos a proteger y salvaguardar el derecho a la salud de todos los mexicanos y mexicanas. Para ello, es necesario adaptar las normas jurídicas, a fin de incorporar los retos de los avances tecnológicos que lo impiden”, sostuvo.
La diputada Rosa Alba Ramírez Nachis, aclaró que los teléfonos móviles suelen estar prohibidos o a veces restringidos en los hospitales en algunas áreas específicas; sin embargo, no existía un lineamiento que establezca la fundamentación.
“Celebramos que se considere la restricción de los teléfonos móviles o celulares; aunque es cierto que son necesarios para la vida diaria, también significa que cada día se ha implementado muchísimo más su uso en el día a día por las personas y que estos teléfonos celulares significan también una fuente de radiación”.
La diputada Mariana Trejo Flores coincidió en que el uso de telefonía móvil o celular en centros hospitalarios produce campos electromagnéticos de radiofrecuencia que ponen en riesgo la salud y la protección del paciente. “México estará listo para afrontar los nuevos; sin embargo en el PEF 2017 se ha reducido el gasto en la prevención”.
Urgió a implementar una política hospitalaria para prevenir falsos diagnósticos ocasionados por las interferencias electromagnéticas, sobre todo, en el área de ventiladores artificiales.
El diputado José Refugio Sandoval Rodríguez consideró que no obstante las ventajas y popularización de los teléfonos celulares y otros dispositivos móviles, su uso acarrea la eventual presencia de consecuencias adversas para la salud humana, como es el caso de las interferencias electromagnéticas a ciertos equipos, prácticas y tratamientos médicos, poniendo en riesgo no sólo su eficacia y precisión, sino también la vida de los pacientes.
“Se ha encontrado que los equipos médicos de monitoreo crítico y apoyo vital utilizados en los hospitales, son altamente susceptibles a disturbios electromagnéticos producidos por equipos de comunicación inalámbricos, reportándose que las fallas observadas van desde la aparición de ruidos en la señal hasta el enmascaramiento de datos y despliegues de falsas alarmas”.
La diputada Araceli Madrigal Sánchez, apuntó que las interferencias electromagnéticas se han demostrado hace más de un siglo; es pertinente que tanto las autoridades de salud acompañados de especialistas en la materia y otras entidades públicas, realicen estudios y elaboren protocolos para el diseño de acciones específicas para el buen funcionamiento de los equipos médicos.
“Estas acciones deben ser capaces de diferenciar entre un determinado número de equipos, modelos, marcas, además de considerar que los equipos médicos también se desarrollan generacionalmente, por lo que el mismo equipo diagnóstico podría contener ciertas reglas y otras no, dependiendo de la capacidad de los desarrolladores de prever dichas interferencias”, destacó.
Víctor Ernesto Ibarra Montoya comentó que, según diversas investigaciones auspiciadas por la Organización Mundial de la Salud, las interferencias electromagnéticas pueden constituir un riesgo para la salud de quienes son atendidos en centros hospitalarios cuando alteran el funcionamiento normal de los equipos médicos.
“Se hace necesario cuantificar el riesgo potencial de la interferencia electromagnética de los equipos médicos, para conocer si estos operan en un ambiente de electromagnéticos seguro o si además de identificar las áreas de puntos críticos, como quirófanos o zonas de terapia intensiva, se debe de regular el uso de aparatos de telefonía móvil, entre otros”, enfatizó.
Por último, el diputado Miguel Ángel Sulub Caamal, afirmó que el uso de la telefonía celular “ha causado una verdadera revolución en nuestra sociedad”, en la inmensa mayoría de los casos con consecuencias positivas, pero “también genera retos importantes, ante los cuales los legisladores tenemos el deber y la obligación de responder, pensando siempre en el mayor bienestar de las personas”.
“Un estudio de la revista de Medicina Interna de México documentó que el uso del teléfono celular mientras se brinda atención al paciente es un distractor muy peligroso que se asocia con errores médicos; además, diversos análisis señalan que la interferencia electromagnética de estos pueden ocasionar anomalías en el funcionamiento de dispositivos médicos, cambiando su modo de operación, dejándolos sin funcionar o simplemente cambiando una lectura del diagnóstico”, concluyó.