Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 25 segundos
La lucha contra el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) avanza con los resultados del estudio Mariposa, que demuestran que la combinación de amivantamab y lazertinib en primera línea puede transformar el pronóstico de los pacientes con mutaciones comunes en el gen EGFR, una de las variantes más frecuentes y difíciles de tratar.
En México, la situación es crítica. Según Globocan 2022, se registraron más de 8 mil 200 nuevos casos de cáncer de pulmón, equivalentes al 4% de todos los cánceres, y más de 7 mil 800 muertes en el mismo año. La proporción incidencia/mortalidad es del 95%, muy por encima del promedio global de 73%. Estos datos reflejan la necesidad urgente de detección temprana, acceso a pruebas genéticas y terapias innovadoras.
“El estudio Mariposa marca un cambio en el manejo del cáncer de pulmón con mutación EGFR, al ofrecer mejores resultados a largo plazo. Esta combinación no solo detiene el crecimiento del tumor, sino que también activa al sistema inmunológico para combatir la enfermedad con mayor eficacia”, señaló el Dr. Leandro Aldunate, director médico de J&J Innovative Medicine México.
El CPCNP representa el 85% de los casos de cáncer de pulmón, y una gran proporción se asocia a mutaciones en el gen EGFR, responsables de la multiplicación descontrolada de las células. En etapas avanzadas, menos del 20% de los pacientes sobrevive más de cinco años, y hasta el 28% no llega a recibir una segunda línea de tratamiento después de la terapia inicial.
El Dr. Jorge A. Alatorre, oncólogo especialista en tumores de tórax del Centro Médico ABC y ONCARE, destacó que la terapia combinada muestra beneficios adicionales: mayor supervivencia global, control de metástasis cerebrales y reducción del riesgo de progresión. “Tiene el potencial de cambiar la biología del tumor resistente cuando se administra desde el inicio”, subrayó.
Resultados del estudio Mariposa
- Primera línea: la combinación retrasó la progresión de la enfermedad en más de 12 meses frente al tratamiento estándar.
- Segunda línea: redujo en un 52% el riesgo de progresión o muerte.
- Impacto clínico: sobrevida que puede superar los tres años, con un perfil de seguridad favorable.
Estos hallazgos redefinen lo posible en el tratamiento del cáncer de pulmón avanzado, ofreciendo esperanza en una enfermedad con alta letalidad en el país.
“México debe avanzar en la detección temprana y en la adopción de terapias innovadoras que permitan a los pacientes vivir más y mejor”, puntualizó el Dr. Aldunate.