Actualmente los gobiernos de países con índices altos de tránsito vehícular han tomado medidas para aminorar el nivel de contaminación. Con esta problemática se analizan factores de riesgo que afectan la salud de millones de mexicanos y personas a nivel mundial.
Se ha hecho hincapié en los padecimientos respiratorios y cancerígenos que la contaminación proporciona al ser humano, pero… ¿qué dicen estudios sobre la relación entre contaminación ambiental y demencia?
Al respecto la Dra. Lilian Calderón Garcidueñas, Certificada por el Consejo estadounidense de patología y neuropatía, señaló en conferencia que cuando uno se expone a la contaminación ambiental el proceso inflamatorio empieza en los senos paranasales y pulmones, pero una vez que se establece un proceso inflamatorio local, éste se extiende sistémicamente.
“Todos estamos conscientes de los efectos de la contaminación: a la gente le sangra la nariz, tiene gripas que se prolongan semanas. Las personas que vivimos en la Ciudad de México tenemos una mayor exposición al aire contaminado derivado del tránsito vehícular, de tal manera que no hay un individuo en la ciudad que no tenga inflamación sistémica, comparada con una persona que venga de un área no contaminada”, destacó.
Señaló que sin importar la naturaleza de los contaminantes en el aire, las personas que viven cerca de áreas congestionadas inhalarán mayores cantidades de partículas contaminantes; y aunado con factores como el sexo, índice de masa corporal y genética, se aumentará la posibilidad de neuroinflamación con posibles efectos cognitivos.
La especialista informó en que una calle de tráfico bajo tiene 400 o menos vehículos por día, entre 400 y 1,000 al día es considerado intermedio y más de 2000 al día es un tráfico intenso. En este aspecto se visualizan avenidas como Insurgentes, Reforma, Viaducto o cualquiera de las grandes vías que se tienen en la ciudad.
¿Qué importancia tiene tener una inflamación sistémica?
La investigadora, quien también cuenta con un doctorado en toxicología, informó que ésta inflamación afecta a todos y cada uno de los órganos del cuerpo, y que “el cerebro, aunque tiene barreras importantes y está protegido más que el resto de los órganos, tiene muy poca protección para este tipo de agresiones. El cerebro está en contacto directo con lo que respiramos”, argumentó.
En la revista científica británica “The Lancet”, la Doctora Lilian Calderón participó el pasado 4 de enero en la publicación “Living close to heavy traffic roads, air pollution, and dementia”. En dicho artículo se debate la importancia de atender la problemática ambiental con relación a los riesgos que aporta a la salud mental.
“En la Ciudad de México existen numerosas vías que caen dentro de la categoría de tráfico intenso. Para la única enfermedad que se estableció una relación directa con la proximidad de una vía de alto tráfico fue para la demencia”.
Así mismo indicó que las personas que viven en el sur de la ciudad corren más riesgo que las que residen en el norte, puesto que aspiran más neurotoxinas; éstas corren a través del torrente sanguíneo y originan inflamación en cadena de todo el cuerpo. Anunció que los 2 contaminantes más agresivos en las grandes urbes son las partículas suspendidas finas y el ozono y declaró que en la Ciudad de México ambos están presentes.
La especialista indicó que las demencias más importantes estudiadas son 2:
- Alzheimer
- Demencia vascular.
Ambas comunes en México.
“El resultado arrojó que mientras más cercano un individuo vive de una calle con alto tráfico, el riesgo de demencia se incrementa, sobre todo en áreas urbanas”.
Destacó que la edad juega un papel importante en la neurodegeneración, pero que los déficits cognitivos y el comportamiento neurológico alterado son detectados también en niños sanos que están expuestos a la contaminación.
Mujeres tienen mayor riesgo.
La especialista señaló que datos de la Asociación de Alzheimer en USA indican que las mujeres tienen una posibilidad de 1 en 6 de contraer la enfermedad, mientras que en los hombres es de 1 en 11. Además mencionó que las mujeres de 60 años tienen mayor probabilidad de padecer Alzheimer que de cáncer de mama y las mujeres jóvenes son mayor blanco de la contaminación en la Ciudad de México.
Al finalizar la doctora explicó que se tienen pequeños progresos de los desórdenes neurodegenerativos, como lo es la enfermedad de Alzheimer. “Necesitamos nuevos paradigmas respecto a los niveles moleculares y celulares de los individuos. Debemos dar prioridad a la investigación, incluyendo el impacto del medio ambiente y contaminantes atmosféricos sobre el cerebro. Además tenemos que explorar los factores de riesgo más importantes para informar a las nuevas generaciones sobre lo que les espera”, subrayó.
Medidas y recomendaciones que podemos aplicar para aminorar los efectos de la contaminación en nuestra salud, según la Dra. Lilian Calderón:
- Cerrar las ventanas cercanas a avenidas o calles de alto tránsito.
- Dormir en una habitación libre de aparatos eléctricos, ya que la luz y el ruido también son contaminantes ambientales.
- Es recomendable utilizar filtros de aire de partículas finas y colocarlos en el dormitorio dos o tres horas antes de dormir.
- Quitar los peluches.
- Cambiar sábanas cada semana y lavar sólo con agua y jabón.
- No dormir con el perro, gato u otros animales de compañía.
- Quitar las alfombras.
Referencias:
* Dra. Lilian Calderón Garcidueñas.
Médico Cirujano de la Universidad Nacional Autónoma de México, certificada por el Consejo Estadounidense de Patología y Neuropatía. Con Doctorado en Toxicología y Post Doctorado en Patología Ambiental por la Universidad de Carolina del Norte.
Actualmente es investigadora del Departamento de Ciencias Biomédicas y Farmacéuticas del Laboratorio de Prevención Neuroambiental de la Universidad de Montana en EEUU, Directora Nacional de Investigación en Salud de la Universidad del Valle de México.