El insomnio crónico afecta a 40% de los mexicanos y debe considerarse como un problema de salud pública por lo que se proponen impulsar programa que fomente la higiene del sueño que brinden a la sociedad alternativas para resolver esta problemática.
Los niños como los adultos son susceptibles de padecerlo, pero frecuentemente se presenta entre los 30 y los 40 años de edad, en mayor medida en las mujeres, por ser la etapa en la que existen mayores cambios físicos y hormonales en los seres humanos.
Llamó a la Secretaría de Salud diseñar estrategias dirigidas a la población en general que fomenten los hábitos de higiene del sueño, porque una tercera parte sufre algún problema relacionado con dormir.
Valdés Palazuelos sostuvo que pese a la incidencia registrada, el insomnio es ignorado por quienes lo padecen provocando que sea subdiagnosticado por los médicos y, por ende, mal manejado en cuanto al tratamiento que requiere.
“Estos factores lo convierten en un mal crónico que debe considerarse como un problema de salud pública”, precisó.
Dicho trastorno es consecuencia de otras afectaciones de tipo psiquiátrico, orgánico, farmacológico, toxicológico y de estrés en el entorno, como pueden ser situaciones laborales que implican trabajar con cambios constantes de turnos, repetidos viajes en avión, entre otros muchos.
El insomnio afecta también la calidad de vida de las personas en diferentes grados y niveles como el familiar, económico y laboral al impactar negativamente sus relaciones humanas, reducir la productividad, incrementar la posibilidad de contraer enfermedades y el riesgo de sufrir accidentes.
Las alteraciones del sueño traerán consigo graves efectos en el estado fisiológico, anímico y funcional del individuo.
De los trastornos del sueño más comunes es el conocido como insomnio, estado de vigilia que permanece durante todo el día, y clínicamente se manifiesta como la percepción de un sueño insuficiente, difícil de conseguir, insatisfactorio y no reparador.
Explicó que tanto los niños como los adultos son susceptibles de padecerlo, pero frecuentemente se presenta entre los 30 y los 40 años de edad, en mayor medida en las mujeres, por ser la etapa en la que existen mayores cambios físicos y hormonales en los seres humanos, además porque se está mucho más sometidos a factores que causan estrés.
Resulta necesario diseñar estrategias que brinden a la sociedad alternativas para resolver esta problemática que merma cotidianamente el bienestar de un considerable número de mexicanos, apuntó el diputado Valdés Palazuelos.
