Se publicó un estudio en el Journal of Parkinson Disease (Diario de la enfermedad de parkinson), en donde los científicos revisan nuevas hipótesis de investigación y enfoques que pueden ayudar a definir mejor el papel del ambiente en el desarrollo de la enfermedad de parkinson(EP), especialmente antes de que se pueda hacer un diagnóstico basado en la disfunción motora característica por la cual se le conoce.

La EP es un trastorno lentamente progresivo que afecta el movimiento, el control muscular y el equilibrio. A pesar de los recientes éxitos en el descubrimiento de la base genética de la EP esporádica de inicio tardío, los hallazgos genéticos pueden explicar solo una pequeña parte de los casos y no pueden extenderse fácilmente a la prevención de enfermedades. “Los mayores factores de riesgo para la EP son probablemente ambientales y no genéticos“, afirmó Honglei Chen, MD, PhD, del Departamento de Epidemiología y Bioestadística, Facultad de Medicina Humana, Universidad Estatal de Michigan, East Lansing, MI, Estados Unidos, y Beate Ritz, MD, PhD, de los Departamentos de Epidemiología, Ciencias de la Salud Ambiental y Neurología, Escuela de Fielding de Salud Pública y Escuela de Medicina de Geffen, Universidad de California, Los Ángeles, California, Estados Unidos. “Sin embargo, sabemos relativamente poco sobre las causas ambientales o los desencadenantes del inicio y la progresión de la EP. La identificación de estos y la definición de formas para reducir su impacto serán grandes desafíos de investigación para las próximas 2 décadas“.

La EP esporádica de inicio tardío lleva décadas en desarrollarse y, en el momento del diagnóstico, algunos de los cambios neurodegenerativos se encuentran demasiado avanzados para disminuir la velocidad, detenerse o revertirse. Por otro lado, los factores ambientales que causan o desencadenan su desarrollo y modifican su progresión pueden entrar en juego durante la “fase prodrómica“, décadas antes de que se desarrollen signos y síntomas específicos. “Esta etapa prodrómica es de gran interés para los esfuerzos de prevención“, explicaron los autores. “Los factores de focalización que ingresan al cuerpo a través de la nariz o el intestino se han vuelto aún más importantes desde el descubrimiento de que la patología de Lewy relacionada con la proteína alfa-sinucleína, que es característica de la EP, se identificó en los sistemas nerviosos del olfato y en el tracto  digestivo“.

Durante las últimas dos décadas, los científicos han identificado más de una docena de factores ambientales asociados con el riesgo de desarrollar EP, incluidas las exposiciones a pesticidas y las lesiones cerebrales traumáticas. Otras exposiciones ambientales que se han señalado como posibles factores de riesgo incluyen solventes orgánicos, carnes cocidas a alta temperatura y aminas heterocíclicas, infecciones respiratorias y gastrointestinales e inflamación en general. También hay informes sobre asociaciones inversas entre la EP y el tabaquismo, el consumo de café, el ejercicio vigoroso, el uso de ibuprofeno y el urato de plasma.

Los autores revisan la investigación actual, sugieren futuras direcciones y discuten el potencial de nuevas herramientas y marcos teóricos para que los científicos diseñen estudios futuros, como la interacción gen-ambiente y los enfoques epigenéticos.

Hipótesis de Braak

La hipótesis de Braak presenta un marco hipotético único para el desarrollo de la EP que permite a los científicos conceptualizar mejor los diferentes pasos en la patogénesis del pródromo de la EP y la EP manifiesta. Esto también puede ayudar a definir las contribuciones de los factores ambientales a las diferentes etapas del proceso patógeno. La hipótesis de Braak afirma que la EP es causada por un patógeno que ingresa al cuerpo a través de la cavidad nasal y luego se traga y llega al intestino, iniciando la patología de Lewy en la nariz y el tracto digestivo. De acuerdo con esta hipótesis, la patología de la enfermedad de Lewy se desarrolla en 6 etapas secuenciales, comenzando en el bulbo olfatorio o los nervios entéricos (o ambos), años o incluso décadas, antes de propagarse a las neuronas de dopamina en la sustancia negra en el tronco del encéfalo.

Exposoma

Otro concepto descrito por los autores es el exposoma, que representa la totalidad de las exposiciones ambientales humanas a lo largo de la vida de un individuo. Los autores proponen que, junto con la hipótesis de Braak, el concepto del exposoma proporciona un marco teórico para que los científicos diseñen estudios futuros para descifrar las causas ambientales de la EP y desarrollen intervenciones tempranas que detengan su progresión a la disfunción característica motora y no motora en EP.

“Estamos en un momento emocionante para revelar las contribuciones ambientales al desarrollo y la progresión de la EP tomando un enfoque de ciclo de vida, considerando las etapas prodrómicas de la EP y utilizando herramientas novedosas para evaluar las exposiciones ambientales“, comentaron el Dr. Chen y el Dr. Ritz. “Las contribuciones de los factores ambientales a la EP a lo largo de la vida son difíciles de caracterizar debido a la etapa prodrómica de la enfermedad que duró décadas y la dificultad para evaluar las exposiciones ambientales durante esta etapa. Sin embargo, creemos que será posible evaluar las exposiciones a largo plazo a gran escala mediante el monitoreo ambiental y el uso de nuevos biomarcadores que reflejan la exposición“[.]

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