Expertos de la UNAM desarrollaron lentes de contacto que se disuelven en minutos en el ojo y liberan gradualmente un fármaco auxiliar en afecciones como la uveítis, que podría ocasionar ceguera si no se trata de manera adecuada. Se trata de unas lentillas biodegradables para padecimientos inflamatorios oculares.
Esta película oftálmica, cargada con dexametasona, permite la liberación controlada del principio activo y una mejor dosificación para una recuperación óptima.El equipo de científicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, encabezado por José Juan Escobar Chávez, especialista en farmacia y tecnología farmacéutica, lograron un desarrollo con la forma y dimensiones de los lentes tradicionales de contacto, por lo que su aplicación es relativamente fácil; además, sus polímeros son solubles en agua, se desintegran con el fluido ocular y los residuos son expulsados.
La uveítis es la inflamación de la úvea (capa vascular del ojo), una de las causas del enrojecimiento del ojo; suele acompañarse de ardor, picazón, lagrimeo y disminución de la agudeza visual. Es ocasionada por agentes infecciosos como:
- bacterias
- parásitos
- hongos y virus,
- y no infecciosos como:
- contaminación
- uso excesivo de dispositivos móviles
Al respecto, el universitario resaltó que en los últimos años se han incrementado los casos de uveítis, sobre todo en adultos jóvenes y niños, debido al estilo de vida en combinación con las condiciones ambientales y el uso excesivo de aparatos electrónicos. “Pasan mucho tiempo frente a monitores de televisión, tabletas, laptops y teléfonos celulares”.
Mayor eficacia
El también responsable del laboratorio 12 de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria de la FES Cuautitlán comentó que se pretende aumentar el tiempo que el fármaco permanece en la mucosa ocular para optimizar su eficacia.
Con procedimientos convencionales como las gotas, el líquido con la sustancia activa permanece poco tiempo, pues se expulsa casi de inmediato a través de las lágrimas y sólo se aprovecha un 5%.
En tanto, las lentillas creadas en la UNAM se desintegran en minutos, así que la dosis se aprovecha al máximo, sin necesidad de administrarlas de manera frecuente.
La FES Cuautitlán ya inició la solicitud de patente de esta innovación, que en 2017 obtuvo el tercer lugar del Premio Canifarma en la categoría de Innovación Tecnológica.
Carlos Arturo Velázquez Tapia y Abel Esaú Peña Cuevas, egresados de la licenciatura en Farmacia, fueron los encargados del diseño, desarrollo y caracterización de las lentillas poliméricas biodegradables.
Ahora, junto con la estudiante de posgrado Karla Stella Constantino, desarrollan en laboratorio insertos oculares de uso veterinario (para perros), también con dexametasona. “Ya tenemos caracterizada la forma farmacéutica, la probaremos primero en conejos y luego en canes”, concluyó Escobar Chávez.