Por unanimidad, el Senado de la República aprobó el pasado 7 de abril de 2016 una reforma para que en la atención que brinden los establecimientos públicos de salud tengan preferencia las personas que pertenecen a grupos sociales en situación de vulnerabilidad.
La senadora Sonia Rocha Acosta, destacó que con este cambio al artículo 35 de la Ley General de Salud beneficiará a las personas, que por diferentes factores o la combinación de ellos, enfrentan situaciones de riesgo o discriminación que les impide alcanzar mejores niveles de vida.
Al presenta el dictamen, que se aprobó con 69 votos a favor, subrayó que se deben crear las condiciones que aseguren a todos la asistencia y servicios médicos en caso de enfermedad, y que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, que le asegure la salud, el bienestar, la asistencia médica y servicios sociales.
Armando Neyra Chávez, dijo que el acceso a un sistema de salud de calidad universal es una condición básica para el bienestar de la población y una de las mejores inversiones que puede realizar el gobierno.
Mencionó que es de vital importancia que las personas que están en desventajas por motivos de salud, sexo, condición económica, características físicas, circunstancia cultural o política, o que se encuentra en mayor riesgo, tengan asegurado el acceso universal a los servicios de salud.
El senador Adolfo Romero Lainas, señaló que persisten las desigualdades en las condiciones de vida y el acceso a los servicios de salud entre la población indígena y quien no pertenece a un pueblo originario.
Subrayó que en menos de un año, en nuestro país 11 mujeres han dado a luz en los patios, jardines, banquetas o baños de los hospitales, en la mayoría de los casos por desatención del personal médico, por lo que consideró que debe ser obligatoria la atención médica de los grupos vulnerables.
La reforma se turnó a la Cámara de Diputados para sus efectos constitucionales.