El proyecto denominado CoronaSurveys para “Medir el iceberg” partió de la idea de que hay una punta del iceberg que se ve, y que es el número de casos confirmados, pero debajo de esa punta, sumergido bajo las aguas, está el resto del bloque de hielo, de una dimensión incierta, y que puede hacer naufragar un buque que desconozca su tamaño real. Para lograr esa cifra más próxima a la real de afectados por la COVID-19, el equipo liderado por Antonio Fernández Anta publicó a mediados de marzo las primeras encuestas en Twitter en español. Con el paso de las semanas, el proyecto se ha ido ampliando hasta alcanzar unas dimensiones casi globales. En la actualidad las encuestas cubren 150 países y 60 idiomas.
La encuesta está abierta a la participación de cualquier persona. En ella se hacían inicialmente solo 3 preguntas:
- ¿De qué área geográfica puedes proporcionar datos?
- ¿A cuántas personas conoces en esa área?
- ¿A cuántas personas de esa área conoces que tengan síntomas de COVID-19 o que puedan asociarse con esa enfermedad?
Actualmente se pregunta también por casos recientes para poder detectar rebrotes. Uno de los objetivos a la hora de diseñar el método de búsqueda de datos fue respetar escrupulosamente las leyes de protección de datos. Por esa razón, la encuesta es anónima y no recoge ninguna información que pueda llevar a la identificación ni de los participantes ni de los enfermos que se cuentan.
Los investigadores consiguen, a partir de los datos recogidos diariamente en las encuestas, estimaciones que, según han podido comprobar, están muy cercanas a los datos más reales sobre la incidencia de la enfermedad de los que se dispone, como los obtenidos con el estudio serológico que puso en marcha el Gobierno de España pero con un costo mucho menor: “Teniendo en cuenta que en el estudio de seroprevalencia se han hecho más de 100 mil tests -pruebas-, su coste no puede haber sido menor de un millón de euros, mientras que nuestro estudio, sin contabilizar las horas y los recursos aportados por voluntarios, ha costado menos de 2.500 euros“, explica Antonio Fernández Anta, investigador de IMDEA Networks, instituto promovido por la Comunidad de Madrid.
CoronaSurveys tiene como objetivo actual detectar con prontitud el aumento de casos de COVID-19 para evitar rebrotes graves o la vuelta al confinamiento. Para hacer más sencilla la participación el proyecto dispone de una aplicación para teléfonos móviles que facilita la colaboración de la ciudadanía. Esta aplicación está disponible tanto para Android como para iOS.
Además de registrar los datos en tiempo real, CoronaSurveys que principalmente consiste en un proyecto de investigación, también avanza en el ámbito científico. Y en esta línea, un artículo con los datos de España, Brasil, Ecuador y Ucrania ha sido aceptado para su presentación en la reunión Humanitarian Mapping que se celebrará en San Diego (Estados Unidos) el 24 de agosto.
La iniciativa del equipo de Antonio Fernández Anda ha tenido repercusión fuera de nuestras fronteras. En su última edición, la revista estadounidense The Scientist se refería al proyecto CoronaSurveys como uno de los 2 a destacar en todo el mundo dedicados a la recopilación de datos sobre la COVID-19 y liderados por científicos ajenos al mundo de la investigación médica.
CoronaSurveys aporta además como novedad que se trata de la primera vez que se utiliza este método, la técnica de estimación que usa informes indirectos llamada Network Scale-up Method, para recoger datos en línea de forma continua y a nivel global. El equipo de Antonio Fernández Anta ha tenido que desarrollar nuevas técnicas de análisis de datos porque no existían para encuestas de estas características. Y tanto esta innovadora forma de recogida de datos como las nuevas técnicas de análisis podrán utilizarse a partir de ahora en campos tan diversos como los sondeos políticos o los estudios de consumo.
El equipo dirigido por Antonio Fernández Anta busca en la actualidad patrocinio para continuar con el proyecto.