En plena Navidad, a unos días de dar a luz, Liliana seguía preocupada porque el tiempo pasaba y la herida de la cesárea no cerraba.
Había acudido varias veces a curación y no había cicatrización, sin embargo lo peor era el dolor insoportable en la pierna, además de que ese 25 de diciembre la veía muy hinchada, de una manera descomunal.
“De pronto ya no me pude parar, estaba en la sala de urgencias del hospital del Seguro, el angiólogo me dijo que se trataba de un trombo y que me tenía que quedar, que me iban a internar porque no podían arriesgarse a que me moviera, sino las cosas se complicarían y sería peor: el trombo se iría a los pulmones o al cerebro”.
Tenía 22 años de edad y desde entonces habian pasado nueve años “que para mi han sido una pesadilla, no sé porqué si se dieron cuenta de que no me cerraba la herida, no me dieron coagulantes o hicieron algo”.
Liliana Gutiérrez vive en San Luis Potosí, pesa 78 kilos y mide 1.50 metros, durante la entrevista menciona que sufre de sobrepeso y que esa fue la causa del trombo que sufrió después de su embarazo.
Por ahora no lleva ningún tratamiento contra las consecuencias que puedan derivarse de la trombosis venosa que sufrió en la pierna, salvo que sigue la recomendación de usar una media elástica y el dicoflenaco como analgésico para el dolor.
Frustrada todo el tiempo
No toma anticoagulantes porque no tiene dinero para las pruebas que requiere de laboratorio, y aunque tiene Seguro Social, no acude ahí “porque no hay humanismo en el trato, no les importa que me esté muriendo de dolor y no me curan”, dice.
“Estoy en riesgo de sufrir otra trombosis y para mi eso es muy frustrante, amanecer y pensar todos los día en eso, me dijeron que ya no puedo tener otro hijo, que no me puedo hacer una cirugía ni para sacarme una muela, ni tomar anticonceptivos y me mata que con tanta cosa algún día no vaya a vivir para atender a mi hija.
“Ya no tuve para estar yendo al médico, con un especialista de venas. Yo me paro porque me tengo que parar, lavo ropa, barro, trapeo, pero este dolor en la pierna no me deja, me duele cuando me pongo los pantalones, y con cualquier rozón en la pierna izquierda siento que me muero”. ¿Es frecuente la trombosis en un embarazo?
Si, en el contexto de un embarazo es bastante común, afirma el cardiólogo intervencionista Juan Carlos Pérez-Alva, “las mujeres a pesar de que sean jóvenes, si suben mucho de peso, tienen problemas de circulación en las venas, se forman coágulos o trombos en las venas.
“No hay que olvidar que el infarto es una trombosis en una arteria coronaria, pero las trombosis de las embarazadas son en las venas porque se hinchan las piernas, el volumen de sangre queda muy estancado por los muslos, si subieron mucho de peso en el embarazo o están obesas, es bastante común”.
-¿El trombo en el embarazo está ligado a la obesidad?
— Obesidad y embarazo, a las dos cosas. Hay mujeres que llevan un embarazo muy saludable: suben poco de peso, hacen ejercicios y se cuidan porque procuran no estar mucho tiempo con las piernas abajo, o usan medias elásticas y eso les ayuda. Pero hay mujeres que llevan el embarazo muy sedentarias: tienen las piernas abajo mucho tiempo, suben de peso y eso hace que tengan las trombosis.
-¿De qué tipo de prevención estariamos hablando para evitarlo?
— Hay dos fundamentales: una es utilizar medias elásticas la mayor parte del tiempo, moverse sobre todo, no tener las piernas abajo, es decir que sean unas embarazadas dinámicas, que no estén mucho tiempo sentadas ni con actividades de escritorio, sino que sean más aeróbicas, que caminen, que muevan las piernas, pero también que no estén mucho tiempo de pie.