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Lo que comenzó como una tos seca y persistente terminó revelando una realidad devastadora: fibrosis pulmonar (FP), una enfermedad progresiva y potencialmente mortal que reduce de forma irreversible la capacidad respiratoria. Este diagnóstico llega con frecuencia después de años de confusión médica, cuando los síntomas ya han limitado de forma severa la vida de quienes la padecen.
En el marco del Día Mundial de la Fibrosis Pulmonar, (7 de septiembre), el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y diversas organizaciones de la sociedad civil realizaron el conversatorio “Unidos por la Salud Pulmonar: Estrategias para la Detección Temprana de la Fibrosis Pulmonar”, con el objetivo de visibilizar esta enfermedad, reducir el tiempo de diagnóstico y mejorar el pronóstico de los pacientes.

¿Qué es la fibrosis pulmonar y por qué se diagnostica tan tarde?
La fibrosis pulmonar forma parte de un conjunto de más de 200 enfermedades pulmonares intersticiales (EPI). Se caracteriza por inflamación y cicatrización (fibrosis) del tejido pulmonar, lo que impide el paso del oxígeno a la sangre. Sus síntomas más comunes —tos seca crónica y dificultad progresiva para respirar— suelen confundirse con padecimientos como asma, EPOC o bronquitis, lo que complica el diagnóstico oportuno.
“La mayoría de los pacientes reciben un diagnóstico correcto entre dos y tres años después de los primeros síntomas, cuando la función pulmonar ya está gravemente comprometida”, explicó la Dra. Ivette Buendía Roldán, investigadora del INER.
Este retraso tiene consecuencias serias: el 50% de los pacientes fallece entre dos y tres años después del diagnóstico, de acuerdo con datos del INER.
Las señales de alerta: ¿cuándo sospechar de fibrosis pulmonar?
Según el Dr. Omar Barreto Rodríguez, especialista del INER, existen dos síntomas clave que deben levantar sospechas:
- Tos seca persistente durante más de ocho semanas, sin mejoría con tratamientos comunes.
- Falta de aire progresiva, primero al realizar esfuerzos moderados y, en etapas avanzadas, incluso en reposo.
Por su parte, la Dra. Vijaya Rivera Terán, reumatóloga del Instituto Nacional de Rehabilitación, recordó que pacientes con enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide o esclerosis sistémica deben estar particularmente atentos, ya que los síntomas respiratorios pueden aparecer tiempo después de las primeras manifestaciones articulares o cutáneas.

Un llamado a la acción: 4 claves para cambiar la historia
Durante el conversatorio, expertos y organizaciones coincidieron en la necesidad urgente de implementar una estrategia nacional para detectar y tratar la fibrosis pulmonar a tiempo. Estos son los cuatro ejes clave:
- Campañas informativas para concientizar a la población.
- Capacitación médica desde el primer nivel de atención.
- Protocolos de derivación rápida a unidades especializadas.
- Equipos médicos multidisciplinarios para diagnóstico y tratamiento personalizado.
La voz de los pacientes también cuenta
Las organizaciones de la sociedad civil jugaron un papel fundamental en el conversatorio. Jaqueline Tovar, presidenta de Pensemos en Cebras México, enfatizó la importancia del empoderamiento del paciente: “Nuestro trabajo es darles herramientas para entender su enfermedad, exigir atención adecuada y no rendirse”.
Además, asociaciones como Asociación Mexicana de Hipertensión Pulmonar HAP México y la Asociación Mexicana de Orientación, Apoyo y Lucha Contra la Esclerodermia AMES reafirmaron su compromiso con la creación de redes de apoyo, educación continua y difusión de información verificada.
Cada respiro cuenta
El mensaje de cierre fue claro: la fibrosis pulmonar no puede seguir siendo una enfermedad olvidada. Su diagnóstico tardío es costoso no solo en salud, sino en vidas. La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden marcar la diferencia entre vivir con autonomía o depender de oxígeno de por vida.
“No se trata solo de respirar, sino de vivir plenamente. Si hay tos crónica o falta de aire sin explicación, no lo ignores. Pregunta, infórmate, insiste. Porque cada respiro cuenta y cada minuto es crucial”, concluyó la Dra. Buendía.