Existen diversas opciones para ayudar a disminuir los síntomas y aliviar el dolor provocado por los juanetes, pero cuando los resultados no son los esperados y se sufren dolores existen otras alternativas de tratamiento que debes conocer.
De acuerdo con el Dr. Martin Ellman, Podiatra, Cirugía Ortopédica de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, la estructura del pie cambia con el transcurso del tiempo. A veces, los cambios son sutiles y no se notan, pero en otras circunstancias, son mayores. Los juanetes se presentan debido a cambios que obligan a los huesos del pie a desalinearse, aumentando la anchura del pie.
Cuando se desarrolla un juanete, el dedo gordo se tuerce o desvía de la línea media del cuerpo y termina por pegarse al segundo dedo. El hueso ubicado justo detrás del dedo gordo, llamado primer metatarsiano, se desvía o tuerce y a medida que el primer metatarsiano se desvía hacia adentro, el hueso se vuelve más prominente y forma aquel promontorio conocido como juanete.
Los juanetes no siempre son dolorosos, algunas personas los tienen durante mucho tiempo sin que ocasionen ningún síntoma molesto. No obstante, los juanetes pueden tornarse dolorosos debido a varias razones, por ejemplo; los zapatos muy estrechos o apretados pueden empeorar los juanetes, el amontonamiento de los dedos puede irritar la piel del pie y con el transcurso del tiempo, también puede desarrollarse artritis en el dedo gordo que deriva en dolor y limita la amplitud de movimiento de la articulación.
El Dr. Ellman explica que cuando los juanetes se tornan dolorosos, existen varias alternativas con las que se puedes intentar antes de recurrir a la cirugía. Primero, si todavía no lo ha hecho, cambia algunas cosas en tu calzado. Con el fin de aliviar la presión sobre el juanete, intenta usar zapatos de punta ancha y cuero suave. Si eso no es suficiente, estira los zapatos en la zona que ocasiona la irritación para hacerlos más cómodos. No uses tacones altos ni zapatos con costuras en la punta porque ambas cosas irritan los juanetes y empeoran los síntomas.
Los analgésicos, como el acetaminofén, el ibuprofeno o el naproxeno, pueden ayudar a controlar el dolor del juanete. Las inyecciones de cortisona también pueden ser útiles en algunos casos. Consulta al médico si son ideales para ti.
Si estas terapias no te ofrecen suficiente alivio, considera una consulta con un especialista en cirugía del pie. El objetivo de la cirugía del juanete es reducir la deformidad del pie, disminuir el dolor y mejorar la funcionalidad.
Son varios los procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de los juanetes, porque no existe ninguna técnica que sea la mejor para todos los problemas. El tipo de procedimiento se considera en base a la gravedad del juanete. En la mayoría de procedimientos quirúrgicos para el juanete, los huesos se reubican quirúrgicamente con el fin de alinearlos mejor.
Los juanetes de ambos pies pueden corregirse quirúrgicamente al mismo tiempo o en distintas ocasiones, todo depende de la persona y que con el cirujano decidan que es mejor para cada caso en particular.
La operación no es el único tratamiento para los juanetes. Otras medidas conservadoras pueden ayudar a disminuir los síntomas y aliviar el dolor, aunque cuando no surten efecto después de intentarlas, lo mejor es consultar con un cirujano de pies respecto a las alternativas quirúrgicas.