La Rinitis Alérgica es una enfermedad inflamatoria crónica de la nariz, causada por alérgenos (partículas pequeñas que causan alergia) inhalados. Se manifiesta por cuatro síntomas: comezón, estornudos, escurrimiento de moco y nariz tapada.
“Cualquier paciente que tenga estos síntomas tiene rinitis alérgica hasta no demostrar lo contrario y puede ser estacional, perenne, intermitente o persistente y se acompaña de otras enfermedades alérgicas. No es una enfermedad que venga sola”, expone en conferencia de prensa el Dr. Carlos León Ramírez, Médico cirujano por la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional.
Estadísticas:
- El 60% de los casos se presenta en el grupo de pacientes de 1 a 18 años de edad y el 30% de 20 a 55. En los adultos mayores casi no se presenta.
- Hay muchas enfermedades alérgicas, pero la rinitis alérgica comprende el 35% de todas, la dermatitis atópica el 17%, el asma el 24, urticaria 9% y otras 15%.
- Un mismo paciente con esta enfermedad comúnmente tiene, además, asma, conjuntivitis alérgica y otras cosas.
- Tres de cada diez personas tienen rinitis alérgica en México y en el mundo.
- Esta enfermedad afecta al 30% de la población y es la primera causa de consultas en alergia en pediatras y médicos generales. La prevalencia en México 2012 fue de 12.1% en escolares.
“La nariz filtra el aire, lo calienta, lo humedece y entonces la función nasal se vuelve muy importante; ya que filtra las partículas que entran cuando respiramos, digamos que tiene función para acondicionar el aire; pero el polen, ácaros y humo, van a dañar a la nariz y van a impactar en los pacientes que tienen rinitis alérgica”, explica el Dr. Carlos León, quien cuenta con la especialidad en alergias.
El proceso del padecimiento inicia cuando el paciente inhala ácaros que están en el medio ambiente, estos penetran a la mucosa nasal y a las células epiteliales, provocando una reacción alérgica. Cuando los alérgenos, dentro de la nariz, tienen contacto con los anticuerpos que producen la alergia, se desencadena la liberación de muchas sustancias que provocan inflamación. Esta última es el denominador común de muchas enfermedades alérgicas.
Los principales alérgenos que causan Rinitis Alérgica son los ácaros del polvo doméstico, polen, mascotas, cucarachas y hongos; aunque también existen factores de riesgo importantes como lo es la raza (los afroamericanos tienen más alergias) y el tabaquismo. El no alimentar a un bebé con leche materna también es causa de la enfermedad.
El Dr. Carlos León destacó que “es muy importante aprender a distinguir entre una gripa o resfriado común y la rinitis alérgica. En la rinitis alérgica hay moco claro, no hay fiebre, hay comezón en oídos, nariz y garganta, el paciente se levanta de la cama y estornuda mucho. Estos síntomas pueden durar semanas, meses, años o el tiempo que sea”, y aclara que “no es una gripa, sino un padecimiento más complicado e importante”.
La Rinitis Alérgica tiene un gran impacto porque va acompañada de asma, conjuntivitis y dermatitis atópica. Estos síntomas alteran la productividad y funcionalidad de las personas a lo largo de toda su vida.
El especialista señala que lo que más les molesta a los pacientes es la congestión nasal que no mejora; otro problema que se presenta comúnmente es que niños y adultos con rinitis alérgica moderada a grave tienen apneas del sueño, “son personas que toda la noche roncan y de repente lo dejan de hacer, el problema es que dejan de respirar…”
Por su parte, el alergólogo Carlos Báez resaltó que “el médico general es el que más atiende a personas con alergia, también el pediatra en el caso de los niños y los especialistas no reciben a tantos”; por tanto destaca que “es fundamental que en la población el médico de primer contacto tenga un conocimiento profundo acerca de las alergias, porque al final son ellos los que atienden a los pacientes.”
Un problema relevante es que el 75% de los pacientes con alergia están utilizando medicamentos que se venden en el supermercado o en la tienda, en lugar de utilizar medicamentos de suscripción o algún tratamiento de vacunas antialérgicas, señala el especialista.
En todo el mundo existen guías de sanidad para evaluar y tratar a los pacientes con rinitis alérgica, y éstas nos dicen que las personas que padecen la enfermedad deben ser manejadas con antihistamínicos. Si el problema no mejora, se prueban otros medicamentos, como los descongestivos; concluye el Dr. León Ramírez.