físico
La inflamación articular es un padecimiento que va en aumento; el sedentarismo y el estrés la hacen más frecuente. Se sabe que a nivel mundial ocupa el tercer lugar en problemas de salud y es la causa principal de discapacidad física. Lo sufren más mujeres que hombres.
Es un problema que casi todos hemos padecido, por exceso de ejercicio, posturas, torceduras, enfermedades y estrés.
El dolor generalmente está relacionado con esfuerzos físicos por el deporte, lesiones musculares, sedentarismo, posturas incorrectas o algunos trabajos que requieren mucho impacto. Si dura más tiempo, provoca un impacto en la vida diaria.
La inflamación es una reacción local de los tejidos como respuesta a un agente irritante, infectante o traumático, el síntoma más común es el dolor. La intensidad depende de cada persona, del desgaste del cuerpo y de su carga genética. Además, con la edad se pierde tono muscular y se tiende a aumentar de peso.
Es necesario tomar medidas preventivas que contribuyan a tener una mejor respuesta cuando se tenga dolor articular, como evitar la obesidad, ya que produce una sobrecarga en las articulaciones.
Con el tiempo, el desgaste de las articulaciones también produce dolor. Después de los 55 años es más común en las mujeres, por la degeneración muscular propia de la edad, osteopenia u osteoporosis.
En los hombres la articulación más dañada frecuentemente es la cadera y en las mujeres, las manos y rodillas.
Tu médico será quien te administre el medicamento necesario de acuerdo al tipo de dolor. El diclofenaco sódico o Voltaren, es un ejemplo de tratamiento para la inflamación causada por torceduras, golpes, dolor reumático e inflamación de tendones.
Para mantener en buen estado nuestras articulaciones se recomienda practicar ejercicio regular como caminar, montar bicicleta, nadar y actividades aeróbicas ligeras. Sin embargo, es importante que antes de elegir una rutina consultes con tu médico cuál es el más adecuado para ti.