La tiroiditis de Hashimoto es una afección autoinmune que suele avanzar lento y normalmente conduce a un nivel bajo de la hormona tiroides, afección conocida como hipotiroidismo. La mejor terapia para la tiroiditis de Hashimoto es normalizar los niveles de la hormona tiroides con medicamentos. Ingerir una dieta balanceada y adoptar otras alternativas de un estilo de vida sano pueden ayudar cuando uno padece la enfermedad de Hashimoto, pero es poco probable que una dieta específica por sí sola revierta los cambios ocasionados por la afección.
La tiroides es una glándula pequeña y en forma de mariposa que se ubica en la base delantera del cuello. Las hormonas producidas por la tiroides, la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), afectan todos los aspectos del metabolismo: mantienen la velocidad con la que el cuerpo utiliza las grasas y los carbohidratos, ayudan a controlar la temperatura corporal, influyen sobre la frecuencia cardíaca y ayudan a regular la producción de proteínas. Algunos investigadores parecen indicar que un virus o una bacteria podrían desencadenar la respuesta inmunitaria, pero también es posible que una predisposición genética esté implicada en el desarrollo de este trastorno autoinmune.La tiroiditis de Hashimoto, afección crónica que se desarrolla con el tiempo, daña la tiroides y termina por ocasionar hipotiroidismo. “Eso significa que la tiroides ya no produce suficiente cantidad de sus hormonas normales y ante ello, pueden presentarse síntomas como cansancio, estreñimiento, pérdida inexplicable de peso, más sensibilidad al frío, dolor y rigidez en las articulaciones, así como debilidad muscular”, explica Bernet.
Cuando se presentan síntomas de hipotiroidismo, la manera más eficaz de controlarlos es con un reemplazo hormonal. Eso normalmente implica administrar a diario una hormona tiroidea sintética, llamada levotiroxina, que se toma por vía oral. El reemplazo es idéntico a la tiroxina, o sea a la versión natural de la hormona producida por la glándula tiroides, y restablece a la normalidad los niveles hormonales, además de eliminar los síntomas del hipotiroidismo.
Existen ciertos productos que contienen un tipo de hormona tiroidea derivado de animales y que, por lo general, se comercializan como naturales. Sin embargo, debido a que provienen de animales, no son naturales para el cuerpo humano y conllevan el potencial de ocasionar problemas de salud. “Las pautas para el hipotiroidismo de la Asociación Americana de la Tiroides no recomiendan dichos productos como tratamiento de primera línea para el hipotiroidismo”, aclara el experto.
A pesar de la eficacia de la terapia de reemplazo de la hormona para controlar los síntomas de la tiroiditis de Hashimoto, no conlleva a la curación y hay que continuar tomando el medicamento a fin de mantenerlos a raya. El tratamiento normalmente es de por vida, y con el objeto de garantizar que recibe la cantidad correcta para su cuerpo del reemplazo hormonal, debe revisarse el nivel de la hormona 2 veces al año, mediante un examen de sangre.
Si los síntomas continúan pese a la terapia para reemplazar la hormona, posiblemente sea preciso ajustar la dosis diaria del medicamento. Si los síntomas persistieran, pese a comprobar que la terapia para reemplazar la hormona es adecuada, es posible que los síntomas obedezcan a algo diferente a la tiroiditis de Hashimoto. El paciente debe conversar con su proveedor de atención médica acerca de cualquier síntoma molesto que presente mientras tome la terapia para reemplazo de la hormona.
“Llevar un estilo de vida sano que incluye comer bien, dormir suficiente, hacer ejercicio con regularidad y limitar el estrés puede beneficiar al sistema inmunitario y contribuir a mejorar la salud inmunitaria”, afirma el Dr. Bernet. Sin embargo, no hay pruebas de que seguir una dieta en particular sea un tratamiento eficaz para los trastornos autoinmunes, tal como la tiroiditis de Hashimoto. “Ante cualquier pregunta del paciente acerca de la alimentación o sobre otras alternativas del estilo de vida que puede adoptar para mejorar su salud ante la enfermedad de Hashimoto, siempre recomendamos que consulte a su médico”, concluyó.