En el marco del Día de la Salud Hepática, que este año se conmemora el 5 de junio, FundHepa señaló que existen diversas enfermedades hepáticas que pueden presentarse durante el embarazo, como el hígado graso agudo del embarazo y el síndrome de HELLP, éste último con una incidencia de 1-2 por cada mil embarazos, entre otros.
La Fundación Mexicana para la Salud Hepática A.C. (FundHepa)., explica que aunque es difícil encontrar datos estadísticos que hablen sobre las enfermedades hepáticas del embarazo en México, estima que estas podrían afectar hasta al 3% de las mujeres embarazadas.Con la misión de promover el conocimiento de este tema entre pacientes, familiares, médicos y población general, la Fundación Mexicana para la Salud Hepática A.C llevará a cabo una jornada informativa sobre la salud hepática y el embarazo, en la cual participaran destacados especialistas del Instituto Nacional de Perinatología y miembros del Comité Científico de FundHepa. La cita es el próximo miércoles 5 de junio de 12:00 a 13:30 hrs en el Auditorio Dr. Samuel Karchmer K. del Instituto Nacional de Perinatología.
Por su parte, Lucía Brown Villalba, Coordinadora de Proyectos de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática, mencionó que, aunque las enfermedades hepáticas en el embarazo son raras, su desenlace puede ser fatal y por eso existe la inquietud de la fundación de que se haga difusión de este tema para que los médicos ginecólogos, las mujeres embarazadas o que vayan a embarazarse y la población en general sepan que existen, para que cuando se presenten puedan reconocerse y atenderse a tiempo.
En una mujer embarazada, la enfermedad hepática puede presentarse de forma súbita y manifestarse por cualquiera de los siguientes signos: ojos amarillos, orina oscura, mucha comezón, fatiga, vómito muchas veces al día, si se forman moretones fácilmente o existe dolor abdominal. De presentar alguno de ellos, es muy importante que se notifique inmediatamente al ginecólogo; también es importante notificarle si alguna vez en su vida la mujer se ha puesto amarilla, le han transfundido sangre o ha estado expuesta a agujas que pudieran estar contaminadas (acupuntura, tatuajes o uso de drogas intravenosas), ya que esto la pone en riesgo de haber adquirido un problema de hepatitis viral crónica que podría pasarle durante el nacimiento a su bebé.
Si una mujer tiene un problema hepático conocido y está planeando embarazarse, es muy importante que busque la supervisión de un ginecólogo que se especialice en el manejo de embarazos de alto riesgo, quien además pueda consultar con un especialista de hígado su manejo durante todo el embarazo[.]