Frente a una emergencia epidemiológica se debe exigir un rigor científico y actitudes éticas, estamos hablando de personas y de vidas humanas que tenemos que cuidar. Por lo te proponemos conocer las advertencias de autoridades medicas como la OPS, ANMAT de Argentina y los Institutos Nacionales de Salud contra al uso de productos de cloro como tratamientos para COVID-19.
OPS
“La OPS no recomienda utilizar productos a base de dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral o parenteral (intravenosa, intraarterial, intramuscular y subcutánea) en pacientes con sospecha o diagnóstico de COVID-19, ni en ningún otro caso, porque no hay evidencia sobre su eficacia y la ingesta o inhalación de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos“, se afirma en el documento.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda que la población evite consumir productos que contengan dióxido de cloro o sustancias relacionadas y que toda la comercialización de dichos productos con fines terapéuticos se informe a las autoridades.
Desde el comienzo de la pandemia por COVID-19 en este año 2020, “se han promovido en el mercado numerosos productos que contienen dióxido de cloro o derivados, solos o en combinación, que indican falsamente tener propiedades curativas para la COVID-19 e incluso otras dolencias asociadas”, señala la OPS en el documento.
El dióxido de cloro, un gas utilizado como blanqueador en plantas de tratamiento de agua y fábricas de papel, y el hipoclorito de sodio, un desinfectante comercializado como lejía o lavandina doméstica, podrían ser tóxicos si se ingieren y pueden causar una variedad de efectos adversos.
Los ministerios de Salud y autoridades reguladoras de al menos 9 países de las Américas, incluyendo la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), junto con redes de centros de control de intoxicaciones y la Red Argentina de Centros de Información de Medicamentos (RACIM), han emitido alertas sobre los peligros para la salud del consumo de dióxido de cloro o clorito de sodio y han advertido sobre la comercialización de productos “milagrosos” no probados para prevenir o tratar la COVID-19.
La OPS recomienda que las autoridades de salud faciliten la notificación de eventos adversos relacionados con estas sustancias y emitan “las alertas y acciones reglamentarias necesarias, incluidas posibles sanciones, para evitar la recurrencia de eventos similares”.
Argentina
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de Argentina ha expuesto que debido a la circulación de información en redes sociales y medios digitales relacionados a la utilización de dióxido de cloro para el tratamiento de COVID-19 u otras enfermedades, recuerda que el producto mencionado no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna por parte de este organismo para su comercialización y uso.
En base al informe de este año del Organización Panamericana de la Salud (OPS), resulta necesario destacar que la ingesta de dióxido de cloro y el clorito de sodio reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y si se ingieren, pueden causar entre otras complicaciones:
- irritación en el esófago y estómago
- dolor abdominal
- náuseas
- vómitos
- diarrea e intoxicaciones severas
Esto puede incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales.
Agrega que la inhalación puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis, entre otras complicaciones respiratorias como bronquitis crónica y erosiones dentales, así como complicaciones en otros órganos del cuerpo.
Advierte a la comunidad no consumir productos que contengan dióxido de cloro o sustancias relacionadas (clorito de sodio, hipoclorito de sodio, lavandina) ya que no hay evidencia científica sobre su eficacia y la ingesta o inhalación de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos.
México
En la conferencia de prensa para presentar el informe diario sobre coronavirus COVID-19 en México del 2 de agosto de 2020 el Dr. Simón Kawa Karasik, Director General de Coordinación de los Institutos Nacionales de Salud en su presentación de la investigación clínica que se ha hecho en México informo entre otros temas lo que no se recomienda.
Al referirse al caso de la hidroxicloroquina, que se tenía en un listado de fármacos a ser estudiados en ensayos clínicos, mencionó que “ahora pasará a un listado de fármacos que no se deben de utilizar y que ya no tiene caso tampoco estar haciendo ensayos clínicos, porque los ensayos clínicos son para demostrar si tiene efectividad y claramente los resultados hasta ahora demuestran que no tiene efectividad para esta enfermedad“.
También explicó que los resultados que se tienen de los análisis de los estudios llevados a nivel internacional y en México, no se recomienda:
- terapia de células madre
- dióxido de cloro
- ivermectina
- nitazoxanida
- azitromicina
- oseltamivir
- hidroxicloroquina
- tocilizumab
“Ningún medicamento fuera de sus indicaciones terapéuticas que no haya sido probado a través de ensayos clínicos controlados y cuyos resultados hayan sido puestos públicamente y por medio de revisión de pares a la comunidad científica para evaluar los resultados de esos estudios, como sucedió con la dexametasona que sí se recomienda, esto es muy, muy importante“, subrayo[.]