En el marco del Día Mundial contra la Hepatitis —conmemoración que forma parte de la estrategia global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) contra las hepatitis víricas 2016-2021 y que tiene como objetivo eliminar el padecimiento en 2030—, se llevó a cabo una sesión informativa impartida por expertos en la materia a estudiantes de medicina de la Universidad La Salle.
[media-credit name=»Universidad La Salle» align=»alignnone» width=»844″][/media-credit]Datos de la OMS, refieren que a finales de 2015 se reportaron aproximadamente 325 millones de personas con hepatitis crónicas, de las cuales alrededor de 71 millones pertenecen al segmento de personas infectadas por el virus de la hepatitis C (VHC).
Las personas afectadas por la hepatitis C que no han sido diagnosticadas y no cuentan con tratamientos tienen el riesgo de desarrollar cirrosis o cáncer de hígado. Debido a la mortalidad de esta enfermedad, en sus metas de eliminación de las hepatitis la organización estableció a los países miembros, incluido México, reducir nuevas hepatitis por virus en 90%; diagnosticar al 90% de los pacientes y reducir la mortalidad por enfermedades del hígado en 65%.
Con base en su estudio sobre la prevalencia de la Hepatitis C en México, David Kershenobich, director general del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, señaló que hasta 2015 existían alrededor de 600 mil mexicanos afectados por la enfermedad, de los cuales 70% tiene genotipo 1, el 21.8% genotipo 2 y el 7.2%, genotipo 3.
“La Secretaría de Salud federal señala que el 95% de los pacientes en México con Hepatitis C no han sido diagnosticados, lo que representa alrededor de 570 mil personas infectadas que aún no tienen conocimiento de su enfermedad” indicó el especialista.
Por lo anterior, llamó a sumar esfuerzos para sensibilizar a toda la población sobre los factores de riesgo para contraer la enfermedad, pero también a la comunidad médica sobre la importancia de la detección oportuna y el manejo adecuado del paciente que ya puede ser curado.
Por lo que se requiere de: un programa expandido a personal médico y de enfermería, una atención en centros hospitalarios con enfoque a poblaciones de alto riesgo; trabajar en forma activa para encontrar a los pacientes, por ejemplo en comunidades carcelarias y centros de adicciones; trabajar en asociación con centros ambulatorios para la prevención y atención de sida y otras infecciones de transmisión sexual en donde la atención médica, medicamentos y servicios son gratuitos.
Explicó que el aumento en los casos detectados y tratados en el país en los siguientes 12 años (2030), se estima una reducción de 25% de pacientes con cirrosis hepática, 7,820 en fase descompensada y 57 mil casos de cirrosis hepática compensada.
Entre las acciones que menciono para la eliminación de la hepatitis C, menciono que es necesario:
- Incrementar el diagnóstico de hepatitis C
- Simplificar el acceso al tratamiento de la hepatitis C con Agentes Antivirales Directos (AAD)
- Incrementar el número de pacientes con hepatitis C tratados con AAD
- Reducir la prevalencia e incidencia de hepatitis C en general
- Micro eliminación de la hepatitis C en grupos de riesgo
- Gobernanza en el seguimiento de hepatitis C
- Monitoreo del impacto de las intervenciones
Acompañado de la directora de la Facultad de Medicina de la Universidad La Salle, Guadalupe Castro, y Miriam Castellot, coordinadora de la Asociación “Unidos por una vida mejor”, el director general del INCMN sensibilizó a los estudiantes sobre los factores de riesgo, la importancia del diagnóstico oportuno y el acceso a la cura en México.
En su intervención Miriam Castellot, compartió su experiencia con la hepatitis c, desde sus tratamiento con interferon, hasta lograr acceder al tratamiento de acción directa.
“La hepatitis crónica por virus C puede ser una enfermedad mortal, generalmente no causa síntomas y puede pasar inadvertida por muchos años. Más de la mitad de los enfermos no saben que la padecen hasta que presentan un daño hepático importante, con manifestaciones de insuficiencia hepática por cirrosis o cáncer hepático, de ahí la importancia de identificar el grupo de personas de riesgo para prevenir y diagnosticar oportunamente la enfermedad”, comentó Guadalupe Castro, directora de la Facultad de Medicina de la Universidad La Salle.
En el país ya existen tratamientos de acción directa que curan la enfermedad y los pacientes pueden acceder a ellas en instituciones de salud pública como IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEDENA, NAVAL, ISSEMYM sin restricción de criterios; Seguro Popular sin restricción de fibrosis pero el diagnóstico tiene que ser antes de los 65 años y tener un hospital acreditado.
La cirrosis hepática por hepatitis C es una de las 10 causas de muerte en México por lo que es necesario mayor conocimiento sobre los factores de riesgo e impulsar la detección oportuna con campañas de tamizaje en grupos de alto riesgo entre otros como son:
- pacientes con VIH
- usuarios de drogas intravenosas
- pacientes con transfusiones antes de 1994
- pacientes con tatuajes, piercings
- de madre a hijo