En México, 70 de cada 100 personas han sido contagiadas con hepatitis alguna vez en su vida, lo que significa que esta enfermedad es de alta prevalencia. A nivel mundial existen 350 millones de infectados, y el 70% no sabe que porta el virus, afirmó Roberto Vázquez Campuzano, de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Es una enfermedad inflamatoria causada por una infección viral; ataca al hígado y se transmite por vía sanguínea o fecal-oral (por contaminación fecal de alimentos). Se conocen 5 tipos (A, B, C, D y E), y ya se han registraron al menos 20 variantes.El virus de la hepatitis es el más frecuente, pero pasa desapercibido por ser asintomático. La mayoría de las personas se infectan entre los 5 y nueve 9 de edad, pero los indicios se presentan después de 20 años, cuando merma la capacidad funcional del hígado y es muy tarde para una cura. Durante los años que viven asintomáticos, los portadores pueden contagiar a cualquiera.
En el marco del Día Mundial de la Hepatitis, que se conmemora este 28 de julio, el también director del Departamento de Enfermedades Emergentes y Urgencias, del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) de la Secretaría de Salud, recordó que hace 10 años en México la prevalencia era de 98, y ha disminuido gracias a un sistema de vigilancia que se activó hace 4 años. No obstante, las hepatitis virales siguen siendo un problema de salud pública a nivel mundial.
Contagio
El académico detalló que aunque hay brotes en todo nuestro territorio, Sinaloa es el estado que registra mayor número de casos:
- virus tipo A es más frecuente en niños de entre 5 y 9 años de edad
- tipo B en adultos de entre 25 y 44 años.
“Si el virus entra vía sanguínea es más eficiente porque va directamente al hígado, donde tiene receptores que le permiten infectar a los hepatocitos (células de ese órgano); entonces el funcionamiento del hígado comienza a alterarse y sus células mueren”.
Este proceso tarda entre 20 y 25 años, hasta entonces se manifiestan los síntomas y el paciente se percata de su condición: después de una semana de posible fatiga y anorexia, continúa la fase ictérica, caracterizada por el tono amarillento de la conjuntiva (membrana que cubre el globo ocular) y la piel, además de materia fecal blanquecina y orina oscura. Si el virus es crónico, se desarrolla cirrosis o cáncer.
Cuando el contagio es vía fecal-oral, el virus se replica en el intestino, pasa al torrente circulatorio, llega al hígado y sólo produce inflamación, dijo Vázquez Campuzano.
Tipos de virus
Los tipos B y C se transmiten por sangre contaminada, mediante el uso de objetos punzocortantes, piercings, instrumental mal esterilizado y drogas inyectables.
El 3.6% de población mexicana está infectada con hepatitis B, que se relaciona con la D. “Si no hay la primera, tampoco la segunda”. Y el 85% de los enfermos con hepatitis C son portadores crónicos; su prevalencia en México es de 2.5%, y su tasa de mortalidad del 1%.
Las de tipo A y E se relacionan con la mala higiene; se transmiten vía fecal-oral porque los virus excretados en las heces de los infectados llegan al agua o a los alimentos.
“Hace 4 años se activó el sistema de vigilancia de hepatitis C gracias a que se descubrió un medicamento que elimina totalmente la partícula viral de los portadores crónicos; el problema es su costo: alrededor de un millón 200 mil dólares en los 2 años que dura el tratamiento. Esperemos que con el tiempo disminuya”, subrayó.
Finalmente, Vázquez Campuzano remarcó la importancia de:
- comer en lugares limpios
- lavarse las manos
- evitar los mariscos crudos, que en su mayoría se alimentan de materia fecal libre en los esteros donde viven.