Desde hace 7 años aproximadamente, Eréndira se ha sometido a tratamiento de ortodoncia debido a un ‘amontonamiento’ de sus dientes (apiñamiento dental) y falta de espaciamiento en su boca; requirió que le extrajeran 10 muelas y tratamiento de brackets. Al final de cada extracción, su dentista sellaba la cirugía con láser, permitiendo que tuviera una recuperación sin dolor, más rápida y sin necesidad de suturas.
El uso de las tecnologías es cada vez más benéfico en cuestiones de salud. Así como existen alternativas médicas y nuevos tratamientos para combatir enfermedades, en la rama odontológica también se ha implementado el uso del láser, que permite hacer un mejor trabajo a los especialistas.
De acuerdo al odontólogo Saúl Mendoza, miembro de la Asociación Mexicana de la Salud Bucal (AMSB), en entrevista para Plenilunia, señala que “el láser de uso dental ya tiene varios años en uso, pero debido al costo que tiene el aparato es difícil adquirirlo.
Para algunos dentistas el uso del láser en odontología es muy funcional debido a que ayuda a prevenir y tratar enfermedades; si se aplica después de una extracción o una endodoncia, disminuye el dolor y la inflamación”.
Existen dos tipos de láser: los terapéuticos y los quirúrgicos, explica el Dr. Mendoza. El láser terapéutico también es conocido como laser blando o de baja potencia, éste ayuda a disminuir el dolor después de alguna extracción contribuyendo a que las células y tejido dental se regeneren con más rapidez.
El láser blando se usa para tratamientos de herpes, ulceras, ortodoncia, endodoncia, cirugía maxilofacial, tratamientos periodontales, lesiones de la mucosa bucal, edemas, traumatismos dentales, parálisis fácil y cavidades profundas, entre otras.
El láser quirúrgico, también conocido como láser duro, ayuda a tener una mejor coagulación en alguna extracción quirúrgica. Si el odontólogo utiliza láser en cirugías, éstas desarrollan un campo seco y limpio, libre de microorganismos, con incisiones claras y nítidas, sin la necesidad de utilizar demasiada anestesia. La gran ventaja del láser quirúrgico es que no requiere sutura, no presenta dolor e inflamación post-operatorios, y la cicatrización es de mayor rapidez.
El uso de las tecnologías como como el rayo láser, es responsabilidad de quien lo aplica y de quien recibe el tratamiento, por ello, es importante que acudas a clínicas dentales certificadas.