De hecho, distintos estudios científicos han demostrado una estrecha relación entre ambos, como el titulado “Trastornos del sueño relacionados con la nutrición y enfermedades digestivas: una condición clínica desatendida”, publicado por la biblioteca de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, en el que menciona que los pacientes con hábitos dietéticos inadecuados y trastornos digestivos crónicos a menudo duermen menos y, mal, al mismo tiempo que los trastornos del sueño pueden representar un síntoma principal de enfermedades digestivas.
La doctora Guadalupe Terán Pérez, presidenta de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño, dijo que 17% de la población mexicana padece insomnio y otras personas tienen despertares frecuentes, y de acuerdo con la Asociación Mexicana de Gastroenterología (AMG), hasta 40% tiene reflujo.
En el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva que se conmemora el 29 de mayo, se debe tomar conciencia de que dormir bien es crucial para la absorción de nutrientes esenciales y la eliminación de desechos del cuerpo.
Cuando la salud digestiva se ve comprometida, llegan a surgir diversos problemas, como la indigestión, el estreñimiento, la inflamación y otros trastornos gastrointestinales, que impactan negativamente la calidad del sueño.
Los trastornos gastrointestinales, como el reflujo gastroesofágico, el síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal, causan molestias también durante la noche, como acidez estomacal, dolor abdominal, flatulencias y urgencia para defecar dificultando un buen descanso.
La doctora Guadalupe Terán Pérez explicó que dormir poco y mal provoca una sensación de cansancio y somnolencia durante el día en las personas, las pone irritables y altera el proceso digestivo.
“Dormir bien nos ayuda no solo a descansar, también repara nuestro cuerpo, regula nuestro sistema de defensas, nuestras emociones; también nos permite tomar mejores decisiones, ser más productivos y ayuda a nuestra salud digestiva. Si se detectan señales de alerta como dificultad repetida para conciliar o mantener el sueño, o síntomas durante el día, de cansancio, somnolencia o fatiga debe acudir a un especialista quien puede recomendar melatonina de liberación prolongada”, agregó.
Para evitar que las enfermedades gastrointestinales afecten el buen dormir, es clave visitar a un profesional de la salud para atender estos malestares y quien podrá sugerir la ingesta de probióticos que contengan Lactobacillus rosell-52 y Bifidobacterium rosell-175 para mejorar los síntomas y la salud digestiva al ayudar a mejorar la microbiota intestinal, concluyó.