La Comisión Nacional contra las Adicciones precisó, en mayo pasado, que el porcentaje de adolescentes fumadoras aumentó 3.8 a 8.1% en 12 años. Al respecto, los diputados federales Ricardo Mejía Berdeja y Ricardo Monreal Ávila destacan que alrededor del 10% de las mujeres fumadoras tienen al menos 18 años. “Desafortunadamente, estas jóvenes empiezan a fumar intensamente y experimentan cambios pulmonares, cardiovasculares y de conducta”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la edad promedio en que los mexicanos prueban su primer cigarro es a los 13 años. El número de fumadores se triplica al pasar de la secundaria a la preparatoria, pues mientras en la educación media siete por ciento de los estudiantes fuma, en bachillerato 24 por ciento de la población estudiantil ya consume tabaco.La más reciente Encuesta Nacional de Adicciones en México (2012) advierte la existencia de 18 millones de fumadores y 21 millones de ex fumadores. La mayoría de quienes aún fuman son menores de 35 años y más de un millón de adolescentes de entre 12 y 17 años, consume cigarrillos cotidianamente.
Ante esta problemática, los legisladores promueven una iniciativa para fijar en las normas mexicanas la obligación del Estado de fomentar una cultura y educación encaminada a disuadir y evitar el consumo del tabaco entre menores de edad, así como implementar políticas en la materia con enfoque de género.
Esto se lograría con modificaciones a las leyes de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, y General para el Control del Tabaco, propuesta que ya analiza la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
Mejía Berdeja y Monreal Ávila acusan que la nueva estrategia comercial de las compañías tabacaleras, aunado a su carácter trasnacional, han elevado el número de fumadores a nivel mundial. Asimismo, “hoy es evidente la inclusión en esta adicción de mujeres y menores de edad”.
En el caso de los adolescentes, abundan, las tabacaleras han emprendido campañas en medios masivos como Internet, para fomentar la creencia de que al fumar se controla el peso corporal y no se engorda. “La presión escolar y social influyen en la adopción de nuevas formas y estilos de vida que vende la marca de cigarros”, acotan.
Refieren que instancias como la Secretaría de Salud, la UNAM, el CIDE y el Gobierno del Distrito Federal, coinciden en que “la epidemia del tabaquismo se está feminizando”, pues en los años sesenta había una mujer fumadora por cada 15 hombres, mientras que actualmente existe una por cada cuatro, además de que cada vez son más jóvenes.
“Esto también representa un caso económico relevante para México, ya que los costos de la atención médica de las enfermedades asociadas al tabaquismo se calcularon entre 45 mil y 75 mil 200 millones de pesos en 2008, equivalente al 0.62% del Producto Interno Bruto”, destacan los legisladores.
Asimismo, añaden, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que cerca de seis millones de personas fallecen al año a causa del tabaco, lo que representa uno de cada diez adultos muertos.
Esto constituye una cifra superior a los decesos por SIDA, tuberculosis y paludismo juntas, además de que se estima que para 2030, las muertes por tabaquismo aumentaran a ocho millones de personas al año.
“La evaluación de la OMS revela que aún pueden tomarse acciones para que las medidas de control del consumo de tabaco en nuestro país se implementen a cabalidad, a fin de proteger la salud de los mexicanos y, en especial, de las y los adolescentes”, concluyen.