Los individuos de minorías sexuales tienen un mayor riesgo de consumo de sustancias; sin embargo, estudios anteriores no han evaluado la gravedad de los trastornos por uso de alcohol, tabaco y drogas entre las personas lesbianas / gays y bisexuales y aquellos «no seguros» de su identidad sexual en comparación con los individuos heterosexuales. Este estudio examinó cómo 3 dimensiones de la orientación sexual se relacionan con la severidad de trastornos por uso de alcohol, tabaco y drogas.
Una nueva investigación realizada en la Universidad de Michigan proporciona ese contexto al examinar la gravedad del abuso de alcohol, tabaco y otras drogas reportado por personas lesbianas, gays y bisexuales, y personas que no están seguras de cómo se identifican.El estudio confirma que los trastornos por uso de sustancias son más frecuentes y más graves entre las minorías sexuales en los Estados Unidos, dijo la investigadora principal Carol Boyd, profesora de enfermería de la Universidad de Michigan.
«Nuestros hallazgos proporcionan evidencia sólida de que una mayor proporción de personas pertenecientes a minorías sexuales, en particular personas bisexuales y quienes no están seguros de su identidad sexual, tienen trastornos graves por consumo de alcohol y tabaco, y aquellos que no están seguros también tienen una proporción mayor de los trastornos graves del consumo de drogas«, comenta Boyd, quien también es directora del Center for Drugs, Alcohol, Smoking and Health (Centro de Drogas, Alcohol, Fumar y Salud).
En el pasado, los investigadores a menudo se centraban en cualquier uso o uso indebido de alcohol y drogas, y no documentaban la gravedad de los trastornos por uso de sustancias experimentados por las minorías sexuales. Boyd expone que es importante evaluar la gravedad de un trastorno por uso de sustancias para comprender mejor el grado de deterioro experimentado y las necesidades de tratamiento.
Los investigadores utilizaron los datos de 2012-13 de la National Epidemiological Survey on Alcohol and Related Conditions-III (Encuesta Epidemiológica Nacional sobre Alcohol y Condiciones Relacionadas III de los Estados Unidos). De 36,309 adultos, aproximadamente el 6% cayó en la categoría de minoría sexual. Dentro de estos grupos, los investigadores analizaron 3 dominios relacionados pero distintos de la orientación sexual y cómo estos dominios impactaron el abuso de sustancias:
- identidad sexual
- atracción sexual
- comportamiento sexual
El estudio encontró que las personas que se identificaron como bisexuales o que no estaban seguras de su identidad sexual tenían mayor riesgo de sufrir un trastorno por uso de sustancias. Las personas que no estaban seguras de su identidad sexual tenían 5 veces más probabilidades de tener un trastorno grave de abuso de alcohol y aproximadamente 4 veces más probabilidades de reportar un problema grave de tabaco o drogas, en comparación con los heterosexuales.
Las personas bisexuales tenían aproximadamente 3 veces más probabilidades de tener un trastorno grave por consumo de alcohol, y 2 veces y media más probabilidades de tener un trastorno grave por consumo de tabaco.
Las personas que se identificaron como lesbianas o gays tenían más del doble de probabilidades de tener un trastorno grave por consumo de alcohol o tabaco, en comparación con los heterosexuales.
El estudio no examinó las razones detrás del consumo de alcohol y drogas, y se necesita más investigación para entender lo que significa estar «no seguro«, afirma Boyd.
Un hallazgo sorprendente en términos de comportamiento sexual es que las personas que informaron no haber tenido relaciones sexuales durante el año pasado fueron significativamente menos propensas a tener algún trastorno por uso de sustancias, epxlicó Boyd. Una vez más, los investigadores no examinaron por qué.
«La gravedad es lo que lleva a la salud y las consecuencias sociales, como la mala salud, la conducción deteriorada y la pérdida de trabajo«, declaró Boyd. «Ya sabemos que, de manera desproporcionada, los hombres y mujeres homosexuales van a bares y beben más, por lo que esto se conoce desde hace décadas. Pero estos hallazgos nos dicen algo más: se trata de la gravedad de sus trastornos del consumo de alcohol y otras de drogas«[.]
[referencias]