Durante el Foro “Mujeres hablando de adicciones en mujeres” se destacó lo preocupante del creciente consumo de sustancias ilegales en adolescentes en México, que se duplicó al pasar de 2.9% en 2011, a 6.2 en 2016, “pero es el grupo de mujeres que presenta un mayor crecimiento al registrar un aumento del 205%” explicó la presidenta de la Comisión Especial de Salud Mental y Drogas, diputada María García Pérez, el pasado 9 de mayo de 2018. Por lo que el tema de las adicciones femeninas es de vital importancia en el campo de la salud pública y representa uno de los desafíos más importantes para la sociedad.
Señaló que el uso de sustancias adictivas tiene especial complejidad entre este sector poblacional, pues conlleva una carga de vergüenza y culpa, miedo al rechazo, represalias y violencia de la familia, falta de apoyo y riesgo de perder a la pareja y a los hijos.Añadió que existen obstáculos para el tratamiento y rehabilitación, como:
- estigmatización,
- problemas económicos,
- culturales,
- discriminación
- y rechazo social.
“Existe una seria carencia de oportunidades para su recuperación, faltan centros especializados, horarios flexibles y programas terapéuticos adecuados a las necesidades de las usuarias, sobre todo si se trata de mujeres embarazadas o madres de familia”.
Llamó a reflexionar sobre la dimensión del problema, que es cada vez más frecuente, y la necesidad de contar con políticas públicas efectivas con enfoque de género.
Aseguró que la Cámara de Diputados es un espacio privilegiado para integrar las propuestas que representen alternativas efectivas de ayuda, motivo por el cual los planteamientos y propuestas de este foro quedarán registrados para impulsar iniciativas legislativas que apoyen estas necesidades.
Urgió a elaborar políticas claras orientadas a favorecer el acceso y la atención a grupos en desventaja como las menores en situación de calle, mujeres migrantes o en conflicto con la ley.
Agregó que las instituciones de salud deben proveer los servicios igual que se ofrecen a hombres: de manera gratuita y sin discriminación. Además, propuso que en las escuelas, en todos los grados, se apliquen programas preventivos y de fomento de la salud mental con enfoque de género.
La directora general técnica del Consejo Nacional contra las Adicciones, María José Martínez, afirmó que en los últimos años, el consumo de alcohol y otras drogas se ha incrementado principalmente en mujeres adultas y adolescentes, con prevalencias de consumo similares a las de los varones; 3.4% de los varones adolescentes consumen drogas ilegales, frente a un 2.3 mujeres en el mismo rango de edad.
En términos de alcoholismo, de 2011 a 2016 aumentó 60 por ciento; el incremento en el segmento femenino fue de 151 por ciento, al pasar de 4.1 a 10.3 por ciento; respecto a los adolescentes en general, el consumo de alcohol tuvo un crecimiento de 93 por ciento, en mujeres de este grupo, pasó de 2.2 por ciento en 2011, a 7.7 en 2016, es decir, 250 por ciento.
En cuanto a las drogas ilegales, el uso en la población de entre 12 y 65 años de edad aumentó 80% entre 2011 y 2016; de 1.5% se elevó a 2.7; en mujeres en este rango de edad creció el 175%. Entre adolescentes de entre 12-17 años, se incrementó 93%; en las jóvenes de este rango de edad aumentó 155 por ciento.
En el caso de las mujeres, por grupo etario consumen más las de 12 a 17 años que las de 18 a 30 años. En el caso de los hombres, es a la inversa.
Estas cifras “nos preocupan y ocupan porque el inicio en el consumo de drogas ilegales ocurre a edades cada vez más tempranas, promedio entre 12 y 13 años. Por ello, se deben diseñar políticas públicas que permitan contener y evitar que empiecen a usar estupefacientes en estas edades”.
Denunció que la mayoría de los programas de atención carecen de perspectiva de género y dijo que se trabaja para que tengan componentes específicos sensibles al género y a las necesidades de la consumidora. Además, estamos tardando mucho en identificar el problema, lo que evita un tratamiento oportuno; se presentan también problemas de salud mental que enmascaran la adicción y el personal de salud no lo detecta.
Consideró que la perspectiva de género es indispensable en todo programa preventivo y de rehabilitación, e hizo un llamado a que sociedad y gobierno trabajen juntos para brindar una recuperación digna y de calidad.
Los tratamientos se dirigen a población masculina. “Las mujeres con sus hijos, sus responsabilidades, requieren espacios infantiles o guardería mientras ellas toman la terapia y, al no haberlo, limita que se acerquen a pedir ayuda”.
Reconoció las necesidades de esta población y la importancia de implementar estrategias de detección temprana para motivarlas a tomar tratamiento; además crear planes terapéuticos específicos en las diferentes modalidades (ambulatorio, residencia, semiresidencial) para mujeres de todas las edades, con las particularidades de cada una.
Es necesario sensibilizar al personal respecto a la problemática para brindar servicios adecuados que realmente las beneficien; promover atención oportuna a problemas emocionales en infancia y adolescencia que eviten adicciones e impulsar modelos y tratamientos sensibles al género como política pública para la atención integral del problema.
Al hablar sobre perspectiva de género en atención a mujeres en vulnerabilidad, Haydée Reséndez Oikion, representante de Asesores para la Inversión Social SC., consideró que las organizaciones de ayuda deben transitar de una visión asistencialista a un enfoque de desarrollo social sostenible.
Agregó que los programas de rehabilitación se concentran en atender las necesidades de la población masculina, dejando a un lado el estudio para encontrar un tratamiento efectivo orientado a las mujeres adictas. “Es importante desarrollar programas con perspectiva de género que sean accesibles, adecuados y respondan a las necesidades de ellas”.
Éstas reciben menos tratamiento y ayuda que los hombres, por eso es relevante elaborar políticas públicas dirigidas a aquellas que viven en condiciones de vulnerabilidad.
La especialista en adicciones y poblaciones de calle, Ivanna Velasco de Sámano, abordó el tema de las niñas y mujeres en situación de calle adictas. Dijo que las drogas y el sexo son situaciones a las que se enfrentan en su lucha por la supervivencia.
Subrayó que es preocupante que la sociedad, cuando ve a una persona en esta situación, muestra conductas de rechazo y abandono, situaciones que han lastimado a las niñas y niños. “Somos iguales, y lo peor es que no les damos la ayuda que necesitan”.
Consideró que las instituciones no brindan apoyo a las embarazadas. “Si llegan a hospitales no las aceptan, simplemente las regresan a la calle. Con este pensamiento no cambiará esta problemática”.
La directora del Instituto Dante A.C., Sayda Olivares Montes, señaló que, a nivel federal, los delitos contra la salud cometidos por mujeres representan el 43% de los casos, siendo la principal causa de su encarcelamiento. “Muchas se ligan a este delito por ser esposas o amantes de los traficantes”.
Esta relación filial-conyugal, e incluso materna, es la base de esta transgresión, porque son utilizadas para transportar las drogas, ya sea por dependencia emocional o chantaje. “La realidad es que se sigue encarcelando a mexicanas pobres procedentes de lugares marginados, usuarias atrapadas en un círculo de consumo y criminalización”, sostuvo.
Aún presas, continuó, el problema no acaba ahí, ya que el abuso de sustancias tóxicas las afecta en mayor medida, debido a que son susceptibles de incidir y prevalecer como consumidoras.
De la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Lydia Barragán Torres destacó que hay un aumento significativo en el consumo excesivo de alcohol en las mujeres, de 4 a 10%. “Esto significa que, hoy en día, las mujeres se permiten cada vez más alcohol ya no sólo para socializar, sino para sentir sus efectos”, acotó.
El incremento en el consumo de alcohol en mujeres de:
- 12 a 17 años aumentó de 2.2 a 7.7%, y llegan, incluso, a presentar intoxicación;
- 18 a 65 años, se elevó de 4.4 a 10%.
Ante ello, “se requieren tratamientos intensivos basados en estrategias específicas para cada una de ellas”, enfatizó.
Gloria Cecilia Pérez Rodríguez, de la asociación civil La Perla Mexicana, Casa de Rehabilitación para Alcohólicos y Drogadictos, dijo que ante esta problemática, las políticas públicas deben ir dirigidas a las condiciones reales de las que viven con adicciones.
Resaltó que un caso particular son las mujeres transexuales, quienes en muchos casos son obligadas a consumir alcohol y drogas para mantener relaciones sexuales y ser víctimas de trata de personas, y al hacerse exámenes médicos resultan estar infectadas con VIH.
La fundadora y administradora del Grupo Mujeres Exitosas y Empresarias de FaceBook, Mayela Hidalgo García, habló sobre cómo se acompañan las mujeres en las redes sociales. Comentó que la plataforma se creó con el objetivo de conseguir oportunidades y apoyo para ellas.
También, para buscar soluciones que ayuden a las personas vulnerables. “Dentro de este espacio se brinda ‘apoyo de mujeres para mujeres’, con el fin de tener un crecimiento físico, mental y espiritual, porque todos tenemos huecos que cubrir”.
Propuso hacer trabajo de prevención en los niños y adolescentes, para fortalecer su amor propio, con lo que se evitará que, por lo menos uno de ellos, caiga en adicción. “Esta misma propuesta, se puede aplicar en las que están en situación vulnerable, para encontrar soluciones que eviten caer en tropiezos”.
De la Fundación Voz MCM, Guadalupe Vilchis habló sobre las nuevas tecnologías que apoyan a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad y presentó la aplicación gratuita “Alas por la Libertad”, cuyo fin es prevenir, atender y entender la violencia.
“La idea es apoyar a las personas. La aplicación permitirá identificar los tipos de violencia y contiene información útil. Es importante que las mujeres naveguen en ella para identificar cómo funciona la alarma silenciosa”.
La directora del Consejo Acción Central Contra el Alcoholismo, Francis Zaballa, urgió a crear programas de prevención para la salud, porque en ese ámbito se deben enfrentar todas las enfermedades:
- las transmisibles,
- no transmisibles,
- emocionales,
- físicas
- y mentales.
Ellas, continuó, deben ser capacitadas y prevenidas desde esas tres partes y “entonces cambiaremos el destino de este país y no habría mujeres en alta vulnerabilidad, sino capaces de autoprotegerse”.