Mujeres exitosas

Aunque cada vez es más importante la participación de la mujer en las actividades productivas del país, aquellas que alcanzan el éxito profesional pueden padecer una serie de problemas que van ligados al orden afectivo y social, pues en el fondo la estructura de la sociedad mexicana sigue siendo rígida y conservadora.

“La familia y la sociedad mexicana se está reestructurando, porque el orden tradicional cambió y sigue cambiando. Ahora en muchísimos casos las mujeres están llevando la batuta a nivel laboral, social, familiar y de pareja, pero esto también acarrea una transformación a nivel psicológico, siendo esto último el aspecto más complicado a cambiar”, afirma la psicoanalista Adriana González Padilla.

Entre los factores que inciden en este sentido, la especialista destaca que la sociedad mexicana no ha modificado las conductas machistas que le han caracterizado, la cual no sólo proviene de los hombres, sino de las propias mujeres y que van desde la madre, hermanas o amigas.

“La mujer exitosa debe enfrentar obstáculos misóginos, resistencias familiares y envidia de otras mujeres y hombres”, apunta la también directora de la Licenciatura en Psicología del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS).

Esta situación redunda en que las mujeres vivan bajo una gran presión social y familiar, a la que se suman dificultades para construir relaciones interpersonales, porque como mujer exitosa debe “endurecerse” en el aspecto emocional o porque también los hombres temen involucrarse con ellas “por complejos de inferioridad e intolerancia, lo cual origina que muchas de estas mujeres tiendan a la soltería”.

A los problemas afectivos y de soledad que esto provoca, se suma un índice elevado de divorcios para las mujeres exitosas que logran casarse. Pero más entre aquellas que dentro del matrimonio triunfan en el aspecto laboral, porque regularmente cuentan con más ingresos económicos y reconocimiento profesional.

“Es una desgracia que el hombre mexicano no sepa manejar estas situaciones y comienzan los problemas de agresión, envidias, celos y discriminación, que en ocasiones desencadenan en divorcios”.

Con todo, la especialista sostiene que ya hay muchos hombres y mujeres en el país que están cambiando estos estereotipos, sin importar el género, o quien sustente económicamente la relación, lo que genera en relaciones positivas.

Con todo, aclara que el núcleo de la sociedad mexicana continua siendo altamente misógino y tradicionalista, por lo que este grupo de personas seguirá padeciendo los problemas aquí descritos.

Más información en:

www.iipcs.edu.mx